Héctor Naveda conoce de oportunidades. El veterano de Malvinas trabajó 20 años en San Martín y su corazón pide a gritos un regreso a Concepción, un lugar que extraña día a día y que se siente más conectado que nunca. La elección de amor y su pasión por el fútbol, el deporte que lo sacó de las secuelas de la guerra.