Hay historias que parecen tomadas de una serie fantástica, pero ocurren en la realidad, y eso precisamente fue lo que pasó con un vecino de Comodoro Rivadavia 30 años atrás: el hombre salió a comprar cigarrillos y nunca más volvió a su casa.
Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEHay historias que parecen tomadas de una serie fantástica, pero ocurren en la realidad, y eso precisamente fue lo que pasó con un vecino de Comodoro Rivadavia 30 años atrás: el hombre salió a comprar cigarrillos y nunca más volvió a su casa.
Se trata de Adolfo Enrique Sandoval Farías, de nacionalidad chilena, que vivía con su mujer en el barrio Abásolo.
Una noche de 1993 le dijo a su esposa: “Voy hasta el kiosco de la esquina a comprar cigarrillos y vuelvo”.
Lee más: Un romántico: interrumpió el baile del Yeyo para sorprender a su pareja
Al ver que pasaban las horas y el hombre no regresaba, su pareja realizó la denuncia correspondiente, pero la policía solo pudo resolver el caso tres décadas más tarde.
La oficial principal Daniela Millatruz, jefa de la División de Búsqueda de Personas, fue la persona que descubrió lo que había pasado con Sandoval Farías.
La mujer relató: “Yo ingresé a mediados del mes de diciembre el año pasado, y aparte de los casos que vamos teniendo diariamente también me puse a ver los expedientes antiguos. Entre ellos, estaba el de este ciudadano, Sandoval Farías. Empezamos a trabajar y a buscar información en el barrio Máximo Abásolo, información en la Comisaría Cuarta, que era la última comisaría de aquellos años en la cual se había radicado la denuncia”.
Gracias a su investigación descubrieron que un hombre con el mismo apellido que el desaparecido vivía en la vecina localidad de General Conesa.
Millatruz reconoció: “Solamente teníamos el nombre que era lo que coincidía, pero nada más. Fuimos de comisión y a los fines de entrevistarnos personalmente con él y ver si realmente era la persona buscada acá en Comodoro. Cuando llegamos nos presentamos y hablando con él, comentándole una nota de los medios, refiere que sí, que era él la persona buscada, el técnico electrónico que había desaparecido de aquellos años”.
Consultado por los motivos que lo llevaron a dejar a su esposa, el hombre explicó que “estaba cansado ” de sus reclamos y, por esa razón, dejó la casa y nunca más regresó.
Millatruz cerró el relato remarcando: “Tengo entendido que la señora denunciante falleció hace unos años. Así que, estamos trabajando para dar con los hijos de ella y poder terminar con esa historia de aquellos años”.