A casi dos semanas de la asunción de las nuevas autoridades, el presidente electo Javier Milei dio a conocer quien estará delante de la cartera de Energía de la Nación. Se trata de Eduardo Rodríguez Chirillo, un nombre que había sido adelantado hace una semana por el futuro ministro de Infraestructura de la Nación, Guillermo Ferraro.
Rodríguez Chirillo es egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina y con un doctorado de la Universidad de Navarra, en Pamplona, España. Fue consultor de la Secretaría de Energía entre 1995 y 1996, cuando estaba bajo la órbita de Domingo Cavallo, y asesor del entonces Ministerio Nacional de Infraestructura y Vivienda, en 2001, a cargo de Carlos Bastos.
Además, fue gerente de asuntos regulatorios de Azurix, la firma que tenía la concesión del servicio de agua en gran parte de la provincia de Buenos Aires, antes de partir para España, donde continuó su carrera como director jurídico para Latinoamérica de Iberdrola, un conglomerado energético.
Un dato no menor es que es autor del libro “Privatizacion de la empresa pública y post privatización: análisis jurídico”, donde deja bien en claro su postura sobre los procesos de privatización, abordando desde los aspectos legales hasta las experiencias en la Comunidad Económica Europea.
El nuevo Secretario de Energía desde la campaña electoral se perfilaba como una figura central dentro del programa de gobierno de Milei. Su trayectoria y pensamiento revelan un enfoque centrado en la eficiencia y la reorganización del sistema de subsidios, manteniendo un equilibrio entre la necesidad de inversión privada y la protección del consumidor.
Su visión para el sector energético, en línea con las propuestas de Milei, se centra en la reestructuración de los contratos de servicios públicos y en la recalibración del sistema de subsidios, eliminado los subsidios a la oferta. El objetivo declarado es el de reducir la carga en las facturas de los consumidores, sin comprometer la viabilidad económica de las empresas proveedoras. Este enfoque, explican sus trabajos, busca equilibrar la necesidad de inversión y eficiencia en el sector con la protección de los consumidores, especialmente los más vulnerables.
La propuesta de migrar hacia un esquema de subsidio a la demanda, en lugar de a la oferta, refleja un intento de reformular el sistema de subsidios con el objetivo declarado de que sea más justo y eficiente. La idea es que solo las familias argentinas que realmente lo necesiten reciban subsidios, mientras se promueve la inversión privada y se mejora la infraestructura energética del país.
Eduardo Rodríguez Chirillo emerge como una figura clave en la visión energética de Javier Milei, aportando una mezcla de experiencia técnica y una larga relación con Milei.