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SUSCRIBITEFue denunciado después de que intentó deshacerse del vehículo y lo entregó como parte de pago por una camioneta. Cuando fueron transferirlo, descubrieron que tenía pedido de secuestro por robo.
Imagen ilustrativa
La Justicia tiene entre las cuerdas a un empleado sanjuanino del Banco Nación que entregó un auto como forma de pago por otro vehículo y resultó que tenía pedido de secuestro por robo en Córdoba. Sospechan que buscó sacárselo de encima y ahora está acusado de delito contra la propiedad.
El hombre ya fue indagado en lo que queda del Tercer Juzgado de Instrucción, ahora Unidad Conclusiva, puesto que el caso empezó a investigarse en noviembre de 2023 por una denuncia del Registro del Automotor N°2 de San Juan Capital. El empleado bancario bajo sospecha es un tal Gabriel Escudero, quien trabaja en el Banco Nación y vive en Rawson, informaron fuentes judiciales.
Todo saltó en septiembre pasado, cuando acordó la comprar de una Toyota Hilux a María Díaz Alaníz. El pacto era el siguiente: la mujer le vendía la camioneta y el empleado bancario le pegaba con un Peugeot 208, modelo 2016, y 4.700 dólares. La operación se hizo sin problemas, el inconveniente surgió dos meses más tarde, en el momento en que la mujer quiso registrar el auto a su nombre en el Registro de Automotores N° 2.
En el registro ingresaron los datos del vehículo y surgió que tenía un pedido de secuestro por delito contra la propiedad, o robo, en la provincia de Córdoba, explicaron fuentes judiciales. De inmediato hicieron la denuncia y la primera sospechosa fue la mujer, aunque luego ella explicó que se lo habían dado como forma de pago por una camioneta que vendió.
Fue ahí que apareció el nombre de Gabriel Escudero, quien quedó como principal sospechoso. Es que resultaba curioso que él no supiera de su procedencia. El empleado bancario fue indagado con la asistencia del defensor oficial Carlos Reiloba y declaró que desconocía que el auto tenía un pedido de secuestro, además contó que lo había comprado en julio del 2023 en San Luis.
En conclusión, afirmó que lo compró de buena fe, pero lo cierto es que tuvo al auto dos meses y no lo había hecho registrar a su nombre y tampoco aparentemente averiguó su origen. En cambio, intentó sacárselo de encima y lo entregó el coche como forma de pago a una mujer que le vendió una camioneta.
El defensor oficial Reiloba pidió el sobreseimiento o la falta de mérito del empleado bancario para desligarlo de la causa penal y ahora es el juez Guillermo Adárvez quien deberá resolver si lo despega o lo procesa por delito contra la propiedad.