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SUSCRIBITE Un hecho peculiar y grave ocurrió en la Justicia sanjuanina en diciembre de 2022. Un celular que estaba bajo cadena de custodia desapareció misteriosamente de la oficina de unos ayudantes fiscales de ANIVI. Después de meses, en agosto de este año se supo que el celular había sido activado, miembros de UFI Delitos Especiales realizaron diferentes medidas y detuvieron al portador del celular.
Este sospechoso identificado como Abel Román Galeote de 25 años este viernes se sentó frente a la jueza de Garantías, Gloria Verónica Chicón, y quedó imputado provisoriamente por el delito de sustracción dudosa de un elemento probatorio (Artículo 255 del Código Penal).
La magistrada lo otorgó la libertad a Galeote pero deberá someterse al proceso y presentarse 1 vez por mes en Subcomisaria Cipolletti.
El fiscal Adrián Riveros y el ayudante fiscal Leonardo Arancibia dieron a conocer que este hecho ocurrió en 2022. Cronológicamente, el celular fue secuestrado el 21 de noviembre y después de ser peritado por Análisis de Apoyo Tecnológico se remitió el 12 de diciembre de ese año. El 16 de diciembre el abogado de la titular del teléfono fue a retirarlo, pero los miembros de la fiscalía le dijeron que tenía que ir si o si la titular.
El 19 de diciembre fue la mujer a las oficinas de ANIVI ubicado por calle Rivadavia y el celular no estaba. El ayudante fiscal Arancibia contó a la magistrada que el mismo estaba guardado en un sobre con cadena de custodia y que después de su peritaje había quedado guardado en la oficina de unos ayudantes fiscales de UFI ANIVI.
La fiscal ayudante Andrea Insegna dio aviso a sus superiores de ANIVI y radicó la denuncia en UFI Delitos Especiales porque el elemento probatorio no aparecía, según contaron en la audiencia de este viernes los fiscales de la causa.
En agosto se envió un nuevo oficio a la empresa de celular para saber si el celular había sido activado y la respuesta fue favorable. Desde la empresa Movistar enviaron que el teléfono había sido prendido y que estaba con un chip prepago a nombre de Abel Román Galeote (25). Se hizo la investigación y este hombre detenido el miércoles a primera hora en la vía pública.
Galeote provisoriamente está imputado por el delito de sustracción dudosa de un elemento probatorio, pero la caratula podría cambiar a lo largo de la investigación. Ahora la fiscalía tiene el plazo de 6 meses para investigar y confirmar cómo ocurrieron los hechos y establecer si Galeote es el verdadero responsable.
El acusado que dice ser cocinero de un resto bar junto a su padre decidió no declarar ante la magistrada. Mientras que el defensor oficial que lo asiste, Carlos Fleury, negó los hechos que le atribuyen a su defendido y catalogó a este hecho como “un caso particular”.
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