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SUSCRIBITETiempo de San Juan tuvo acceso exclusivo al templo al que no puede entrar cualquier persona, ni siquiera cualquier mormón. Cómo es por dentro el paraíso mormón de Mendoza y para qué se usa.
En la zona del Challao, frente a uno de los barrios privados más grandes de Mendoza, un lugar sagrado se alza con majestuosidad: el Templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Este templo, que atrae la curiosidad de muchos, es un espacio de profunda espiritualidad y significado para la comunidad mormona. Sin embargo, solo los miembros de la iglesia que cumplen con ciertos requisitos pueden ingresar, lo que genera un halo de curiosidad.
Tiempo de San Juan visitó el colosal templo mormón que no sólo representa un hito arquitectónico, sino también un nuevo centro de espiritualidad y comunidad para los fieles sanjuaninos y de toda la región de Cuyo, pues antes tenían en Córdoba el templo más cercano.
La construcción se erige en un terreno de casi 6 hectáreas. Comprende tres estructuras: el Templo, el Centro de Arribos y una Capilla. Todo perfectamente diseñado para la comodidad y bienestar de sus fieles.
Antes de ingresar al templo, un asistente espera a los fieles en el ingreso para colocarle en los pies cubrezapatos, iguales a los que se utiliza en los quirófanos. “Es para no arruinar las alfombras”, advierte el joven. Cuando se abren las puertas del lugar sagrado, uno lo entiende. Cada una de las salas está cubierta por delicadas alfombras en tonos pasteles que hacen de cada espacio, un lugar único.
La belleza se destaca en cada detalle de cada una de las salas. La primera es la sala de recepción. Allí un enorme cuadro de Jesucristo tendiendo la mano hacia la persona que ingresa al lugar se lleva todas las miradas. Como en el resto del templo, además de las alfombras, las flores y las lámparas tienen un gran protagonismo en la decoración.
Luego de la sala de recepción se encuentran lo vestuarios donde las personas habilitadas para ingresar pueden cambiarse y ponerse su ropa blanca. El atuendo blanco representa la pureza y que dentro de la Casa del Señor todos son iguales, explica Carlos Agüero, Director de Comunicación en Mendoza y un líder eclesiástico mormón.
Dentro del templo se destaca la sala de bautismo, con una increíble pileta construida en el centro posada sobre los 12 bueyes que representan las 12 tribus del Estado de Israel. Las piletas de los templos representan un lugar muy especial para los mormones. Es que en ellas se pueden bautizar por sus antepasados. De esta manera, buscan dar cumplimiento a uno de sus principios de fe, como es la redención de las personas que no conocieron el evangelio mormón en esta vida y por ello, tienen otra oportunidad después de morir.
El salón siguiente es la de sellamiento, que representa lo que sería un casamiento en otras religiones. "La diferencia con la Iglesia Católica es que el casamiento es hasta que la muerte los separe, y en nuestra religión es por la eternidad. Es decir, más allá de la muerte, por eso lo llamamos sellamiento", explicó
Según la religión mormona, un esposo y una esposa que son sellados en el templo hacen convenios sagrados con el Señor y el uno con el otro. Estos convenios les aseguran que sus relaciones continuarán después de esta vida si permanecen fieles a sus compromisos. Saben que nada, ni siquiera la muerte, puede separarlos.
La sala cuenta con un pequeño altar rodeado por una especie de reclinatorio acolchonado donde, enfrentados entre sí, los esposos se arrodillan para ser sellados. Sobre el altar, se luce una imponente lámpara colgante de cristales. Alrededor hay sillas para los testigos y familiares.
Justo al lado, se encuentra la sala de novias. Un lugar donde la mujer se prepara junto a su madre o alguna familiar antes del sellamiento.
Por último, se encuentra el salón celestial, el lugar más sagrado del templo. Allí se debe permanecer en silencio, por que "en este lugar es lo más cerca que estamos de Dios en la tierra. Es un lugar para meditar, para conectar con el Señor", expresó Carlos. Al ingresar, los fieles aseguran que experimentan una sensación de paz y goce absoluto.
El salón celestial cuenta con sillones alrededor de una mesa con un enorme florero repleto de flores, espejos con marcos dorados en cada una de sus paredes y otra enorme lámpara colgante.
Sobre ese salón se encuentra una torre central que se eleva a una altura de 33,6 metros. "Es sólo un símbolo. Representa una conexión con el cielo. Una especie de extensión para estar lo más cerca posible del cielo", agregó Agüero.
En cada uno de sus espacios, el templo cuenta con numerosas pinturas e ilustraciones de la vida y el ministerio de Jesucristo. Todas ellas son obras de artes originales y de propiedad exclusiva de la iglesia mormona.
Los jardines que rodean el templo merecen una mención especial. En ellos se sembraron diferentes árboles, arbustos y plantas nativas de Argentina, seleccionadas especialmente por sus colores al florecer, texturas y sombras para completar y complementar la arquitectura del templo. Además, fuentes de agua casi imperceptibles, hacen que el sonido del agua y la suavidad la césped que parece una alfombra, hacen que los jardines sean un lugar ideal para relajarse y disfrutar de un rato del aire libre. Los mismos pueden ser un punto de encuentro y de visita para aquellos que no pertenecen a la religión.
Hasta este sábado 7 de septiembre, el templo mormón de Mendoza tuvo sus puertas abiertas para la visita de toda la sociedad. Sin embargo, después de ese día el templo se prepara para su Dedicación, que es cuando se dedica el templo a Jesucristo. Dicha ceremonia será el próximo 22 de septiembre y desde ese entonces sólo los fieles de la iglesia mormona, mayores de 12 años y que cumplan con una serie de requisitos, podrán ingresar y participar de las ceremonias que se realizan allí.
Cómo es la ceremonia de dedicación del templo
En el se reciben a los peregrinos que lleguen desde otros lugares y está ubicado al norte de la edificación principal.Cuenta con unos 1.480 m2 y un subsuelo. El mismo tiene duchas, una sala de meditación y dos cocinas completamente equipadas.
Hacia el sur del templo se encuentra la capilla, de 1.500 m2, donde se realizarán las celebraciones. En la capilla se realiza la enseñanza religiosa y allí se dictan cursos para toda la familia. También tiene un salón de usos múltiples en el que entran mil personas sentadas, con escenario y cancha de fútbol y básquet.
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