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SUSCRIBITECuando resta casi un mes para Semana Santa, muchos de los principales comercios del centro todavía no sacaron a la venta los famosos chocolates. Los que sí los comercializan, registraron un incremento en los valores, en comparación con 2024.
Menos de un mes falta para Semana Santa. En San Juan, uno de los principales productos va en tránsito lento y hasta se registró un importante incremento en su precios. Se trata de los huevos de Pascua, quienes aparecen en muy pocas góndolas, y en relación al 2024, hubo hasta un 60% de aumento de su valor.
Varios supermercados del centro sanjuanino todavía no sacaron a la venta los famosos chocolates para la celebración religiosa. “Seguramente haya para la próxima semana”, afirmaron desde varios locales, según supo este diario a través de este relevamiento.
Los huevos de pascua sí se encuentran en algunas góndolas de locales destinados a la comercialización de golosinas. En relación con el año pasado, el precio máximo del chocolate de 150 gramos -considerado como uno de los más grandes- valió cerca de $12.500. Actualmente se vende hasta en $20.000 y en la mayoría de los casos aparecen en $16.000. La suba fue del 60% aproximadamente.
Con respecto a los más chicos, de 75 gramos, también hubo incrementos. Los más económicos se encuentran entre los 2.000 y 3.000, mientras que en 2024 ese fue el valor máximo en los negocios.
Los huevos representan la creación, por lo que el rito de Pascua puede utilizarse como un acto simbólico de materialización. Del mismo modo que los adornos del árbol de Navidad reflejan nuestros deseos para el año próximo, los huevos simbolizan aquello que queremos generar y producir.
Crear huevos con símbolos que representen nuestras metas puede ayudarnos a enfocarnos en ellas. También son un regalo significativo: por ejemplo, si una amiga desea una casa, podrías incluir dentro del huevo un pequeño objeto que la represente, como una casita de juguete o un llavero. Lo esencial es que el huevo sea elaborado a mano.
La magia ocurre durante el proceso creativo, al fundir el chocolate y plasmar nuestras intenciones. Mientras lo hacemos, podemos recitar en voz alta el propósito que deseamos materializar, ya sea para nosotros mismos o para un ser querido.