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SUSCRIBITECasi escondido entre los árboles, los restos de un avión sorprenden a quienes visitan el camping universitario de Ullum. Se trata de un modelo argentino que llegó a San Juan en los años '60 como herramienta educativa y que hoy permanece abandonado, marcado por el tiempo y el olvido. Fotos y video: Leandro Porcel.
El paisaje del dique de Ullum guarda muchas sorpresas, pero hay una que llama la atención por lo inesperada. Un avión en tierra firme, oxidado y cubierto de grafitis, ubicado a metros del Complejo Náutico de la Universidad Nacional de San Juan -UNSJ-. El drone de Tiempo de San Juan sobrevoló la zona y registró el estado actual de esta estructura, que aún conserva su forma original, aunque bastante deteriorada por el paso del tiempo y el abandono.
Se trata de un IA-35 Huanquero, un avión bimotor de fabricación nacional que funcionó durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón. Fue bautizado como el “Justicialista del Aire” y utilizado por la Fuerza Aérea Argentina hasta quedar fuera de servicio.
En los años '60, la aeronave fue donada a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan. Allí, los estudiantes del Departamento de Mecánica Aplicada la usaron durante años como herramienta de estudio práctico. Con el tiempo, dejó de tener uso académico y pasó a ser una pieza de exhibición.
Primero estuvo en la misma facultad, luego fue trasladado al complejo deportivo El Palomar y, finalmente, en los años '80, fue ubicado en el complejo náutico de la UNSJ, en Ullum, donde permanece hasta hoy.
Actualmente, el avión presenta signos evidentes de deterioro. Muchas partes están oxidadas, su interior ha sido vandalizado y las inscripciones de nombres y apodos cubren gran parte del fuselaje. Sin embargo, todavía genera curiosidad, especialmente en quienes lo descubren por primera vez.
Aunque ya no cumple ninguna función específica, el avión sigue siendo parte del paisaje y del recuerdo de varias generaciones de estudiantes e ingenieros sanjuaninos. Su presencia, tan fuera de contexto como simbólica, recuerda una etapa en la que la universidad apostaba fuerte por la formación técnica y práctica.
A su alrededor crecen mitos y versiones: desde quienes creen que fue un avión militar secreto, hasta los que lo confunden con parte de una atracción turística. Lo cierto es que se trata de un pedazo real de historia nacional y universitaria, instalado en un rincón poco transitado pero cargado de significado.
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