Terminaron la primera etapa de la Casa de la Bondad
El hogar que construye Manos Abiertas en San Juan para la atención de enfermos terminales ya concluyó su primera etapa pero faltan voluntarios para que empiece a funcionar.
La obra que está llevando a cabo la entidad Manos Abiertas ya tiene finalizada la primera etapa con capacidad para cuatro pacientes terminales sin recursos ni contención familiar o social y porque quienes la medicina ya no puede hacer nada.
La tarea de la Casa de la Bondad consiste en ayudar a los enfermos terminales a transitar dignamente su ultima etapa de vida. Se brindarán cuidados paliativos integrales y será un espacio donde se acompañe al paciente con amor, respeto y cariño ofreciéndole excelencia en la atención física, psico-social y espiritual para aliviar su sufrimiento y dolor. El servicio de la entidad se extiende a la familia del paciente tanto durante la enfermedad como en el periodo de duelo.
Según relató el presidente de la institución en San Juan, Fernando Conte-grand, aún resta completar el equipo de voluntariado que estará compuesto de 160 personas a las que se les pedirá cómo mínimo 2 horas semanales para cooperar en las distintas tareas que requirá la Casa. Además de los voluntarios, los pacientes o "patroncitos" como los llaman en la institución serán asistidos por enfermeros capacitados y rentados.
El proyecto comenzó en junio de 2008 sumando voluntarios, en septiembre del 2009 la entidad recibió un terreno donado y desde entonces se realizaron inumerables eventos solidarios para reunir el dinero necesario.
Tras inaugurar esta primera etapa la institución seguirá trabajando en la ampliación del espacio para la atención de más pacientes y en un área administrativa que se ubicará en el segundo piso de la Casa de la Bondan cuya directora es Mirta Cuadros de Bersega.