Desde San Juan hasta Tilcara, en Jujuy, cada kilómetro es un logro personal para Wilfredo Alcanis, quien, lejos de hacerlo en una bicicleta tradicional, ha optado por un rodado único: una bicicleta de madera que él mismo diseñó y construyó. Este apasionado sanjuanino de 42 años se embarcó en la travesía para probar la resistencia de su ingenio y desafiar sus propios límites.
“La idea es demostrarme a mí mismo que puedo lograrlo, además de disfrutar del viaje”, expresó a Zonda Diario antes de partir. El proyecto nació luego de un viaje anterior a Catamarca, donde Wilfredo tardó ocho días en llegar desde su San Juan natal. Acompañado por amigos, sintió entonces el impulso de ir "cada vez más al norte". Así, al regresar, comenzó a planificar su viaje, invirtiendo semanas en diseñar y ensamblar su "taricleta", como ha decidido llamarla.
Wilfredo, que es metalúrgico y tiene conocimientos en arquitectura, ha dedicado años a perfeccionar su habilidad en carpintería y tareas manuales, logrando transformar su visión en una realidad sobre ruedas. Inspirado en bicicletas de bambú que vio en Pinterest, utilizó madera de pallet para construir un modelo ligero y resistente. Aunque inicialmente la bautizó "bambucleta", con el tiempo le dio el nombre final de "taricleta", que evoca su origen humilde y el ingenio de su creador.
A lo largo de su recorrido, su singular medio de transporte no pasa desapercibido. Los habitantes de los pueblos por los que atraviesa observan con curiosidad y admiración la bicicleta, preguntándole sobre su origen y detalles técnicos. Para Wilfredo, la "taricleta" es más que un vehículo: es el símbolo de su espíritu emprendedor, su amor por el trabajo manual y su deseo de conexión con el entorno.
Aunque tiene una moto, elige la bicicleta para apreciar a su ritmo cada detalle del paisaje norteño, haciendo de cada pedaleo una experiencia inolvidable. Con Tilcara en la mira, Wilfredo Alcanis continúa pedaleando, llevando consigo su esfuerzo, sus sueños y la madera que soporta cada tramo de su aventura.