Lo que parecía una disputa discursiva en el recinto del Senado, terminó en un escándalo con un certero golpe contra la vicepresidenta Gabriela Michetti. Todo comenzó en la sesión del pasado 10 de agosto, cuando la titular del cuerpo opinó desde su butaca y Miguel Ángel Pichetto le pidió que hiciera silencio, porque por reglamento, por no ser senadora, Michetti no debe emitir palabra.
Furiosa, la Vice interpretó como un destrato el aleccionamiento del rionegrino, según publica Ámbito Financiero, y fantaseó con que se lo traduzca como episodio de "violencia de género". De hecho, luego del cruce con Pichetto, le reprochó a la senadora Marina Riofrío -la peronista sanjuanina preside la Banca de la Mujer- que no hubo solidaridad de las senadoras mujeres. "Por una cuestión de género tendrían que haber dicho algo", disparó Michetti.
La disputa terminó con una carta del cuerpo femenino a Michetti, firmada por 16 senadoras. El tono es protocolar, pero lapidario. Objetan "las desacertadas expresiones fuera del recinto" de Michetti contra Riofrío "utilizando palabras que descalifican a las mujeres", a la vez que consideran que el "reproche público carece de fundamento" porque lo expresado por el senador Pichetto no resultó improperio alguno sino aclaratoria del reglamento que usted incumplió.
(Fuente: Minuto Uno)