Este miércoles un ladrón fue condenado por el viento robo en un estudio contable de Capital que ocurrió el lunes cercad el mediodía. Si bien cometió el delito con otros cómplices, él fue el único que quedó detenido por el momento.
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SUSCRIBITEEste miércoles un ladrón fue condenado por el viento robo en un estudio contable de Capital que ocurrió el lunes cercad el mediodía. Si bien cometió el delito con otros cómplices, él fue el único que quedó detenido por el momento.
Mediante un juicio abreviado, el jurado condenó a Jonathan Edgardo Fernández a 7 años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de "robo agravado por el uso de arma de fuego apta para el disparo y por ser cometido en poblado y en banda".
Sinopsis
El hecho ocurrió el lunes cerca del mediodía en un estudio contable ubicado en pleno centro de Capital, que se encuentra en el segundo piso de un edificio ubicado por calle Jujuy entre Rivadavia y Laprida. A esa hora se encontraba en su interior un contador trabajando junto a un amigo. A su vez, dos clientes tocaron el portero eléctrico y subieron al estudio contable.
Cuando les abrieron la puerta a los clientes, detrás aparecieron dos malvivientes y a punta de revólver empezaron a reducir a quienes estaban en ese lugar. Amenazando a las víctimas, los delincuentes robaron dinero en efectivo: al contador unos 500 dólares billetes estadounidenses y otros 200 dólares de las misma moneda extranjera a uno de los clientes; además de celulares.
Luego del robo y golpear a uno de los clientes en la cabeza, los malvivientes encerraron a las 4 personas en el baño para darse a la fuga. Una vez en la vereda de calle Jujuy, los asaltantes se juntaron con otro cómplice que se quedó haciendo las veces de campana en el lugar.
Pero no contaban con que serían detenidos por la policía. Apareció un móvil, uno de los efectivos se bajó y los ladrones comenzaron a escapar por separado. Uno en su huida arrojó el alma de fuego que llevaba consigo como así también una campera tipo buzo de color gris claro usada en el asalto. Tras la persecución que se dio hasta por los techos y donde la policía lo halló queriendo esconderse en un tanque de agua, uno de los malvivientes terminó siendo detenido. Y este miércoles, condenado.
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