La sometía sexualmente, la obligaba a ver pornografía, a dormir juntos y hasta le mandaba mensajes de alto contenido sexual. Eso es lo que hizo durante dos años un exsoldado de 30 años con su hija, de apenas 12 años.
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SUSCRIBITELa sometía sexualmente, la obligaba a ver pornografía, a dormir juntos y hasta le mandaba mensajes de alto contenido sexual. Eso es lo que hizo durante dos años un exsoldado de 30 años con su hija, de apenas 12 años.
La aberrante situación fue descubierta por la propia madre de la niña el pasado 12 de febrero, cuando agarró su celular y vio los mensajes subidos de tono que le mandaba su ex pareja a la hija que tienen en común.
A raíz del descubrimiento, la mujer mantuvo una charla con su hija en la que la menor le confesó los abusos por parte de su padre y hasta le contó que los mismos comenzaron dos años atrás, para un Día del Niño, en el que se quedó a dormir en la casa de su padre.
Ante las graves acusaciones de su hija, el acusado de abuso intentó defenderse diciendo que los mensajes no habían sido mandados por él, sino por un amigo suyo al que le había prestado el celular.
Los mensajes de Whatsapp y el informe médico fueron claves para señalar al padre de la niña como el presunto abusador. Es por eso que el juez del Cuarto Juzgado de Instrucción, Martín Heredia Zaldo, decidió que el sospechoso pase sus días en el Servicio Penitenciario Provincial con prisión preventiva, por haber cometido aberrantes abusos sexuales contra su propia hija.
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