Para no identificar a los tres niños menores de edad, no se identifica a la imputada N.E.H., protagonista de uno de los más espantosos casos de abuso sexual que se conozca en San Juan.
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SUSCRIBITEPara no identificar a los tres niños menores de edad, no se identifica a la imputada N.E.H., protagonista de uno de los más espantosos casos de abuso sexual que se conozca en San Juan.
Según el fallo del juez Martín Heredia Zaldo, esa mujer de 38 años abusó sexualmente de sus tres hijos, obligándolos a que le practicaran sexo a ella; hacía que entre ellos practicaran sexo; los prostituía en su casa y en domicilios particulares de Capital; y no tenía reparo en que la vieran cuando se hacía practicar sexo por un perro Pitbull.
El juez Heredia Zaldo dictó un auto de procesamiento con prisión contra N.E.H. por delitos gravísimos: "Abuso sexual con acceso carnal reiterado; agravado por el vínculo en concurso ideal con corrupción agravada de menores".
A esa figura penal el juez la aplicó para los tres casos, como tres hechos distintos, ya que la investigación lo llevó a concluir que los tres menores sufrieron esos delitos. Ellos son L.F.A., de 16 años, con retraso madurativo; S.M.A., de 14 años y la nena B.L.A., de 9 años.
Los abusos tuvieron dos escenarios, según la investigación: en el barrio en el que vivían antes y en una casa ubicada al sur de la calle Santiago del Estero, en Capital. Generalmente ocurría en horario nocturno, cuando la mujer los entregaba a sujetos a cambio de dinero.
Si bien dos de los niños ahora tienen 5 y 11 años, los abusos empezaron hace 9 años.
Todo se descubrió gracias a la intervención de los maestros de una escuela especial a la que concurre L.F.A., de 15 años. Fue cuando defecó en sus pantalones. A los maestros les llamó la atención porque él controla sus esfínteres.
Al ayudarlo, vieron que tenía berrugas en su zona anal. Entonces pidieron ayuda médica y una profesional del ECI confirmó que tenía sífilis, una enfermedad de contagio sexual.
Tras ser citado los padres por las autoridades de la escuela, el papá biológico se hizo cargo de la situación y recibió ayuda de los asistentes sociales. Los tres niños terminaron en la casa de una madrina, a quienes los menores le contaron todo el calvario que soportaban desde hacía años.
Allí fue cuando se conoció que la madre se hacía practicar sexo anal por el mayor de sus hijos; que llevaba hombres a su casa para recibir dinero a cambio de cederles a sus hijos para mantener sexo. También los menors contaron que vieron cómo la mujer se hacía practicar sexo por un perro Pitbull.
Los menores también contaron que los dormían con remedios. Y que, en el caso de la niña, le pedía que la llevara al médico por el sangrado en sus zonas íntimas y que la madre nunca le dio asistencia profesional.
Esas versiones fueron dadas por ciertas por el juez Heredia Zaldo cuando los menores fueron entrevistados en el centro ANIVI, donde se obtuvieron los relatos con entrevistas profesionales.
En un principio también había sido detenido y vinculado a la causa un sujeto identificado como Juan Aurelio González, de 74 años.
Era porque los niños siempre mencionaron a un tal "Gonzalito" como el hombre que más veces los abusó a cambio de dinero que recibía la madre.
Los investigadores policiales buscaron en el entorno vecinal y familiar quién podía ser ese "Gonzalito". Por eso detuvieron a un vecino con ese apellido, pero el juez Heredia Zaldo no logró reunir pruebas que lo convencieran de que era el mismo sujeto.
Por ese motivo que dictó "falta de mérito" para González, es decir, no está totalmente desvinculado de la causa pero tampoco hay evidencias para vincularlo legalmente.
El juez Heredia Zaldo también embargó en 500.000 pesos a la madre de los tres niños abusados.
El paso siguiente es que el caso sea elevado a juicio y un tribunal juzgue la espantosa situación.
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