La recuperación de las hostias consagradas, donde habita el
cuerpo de Cristo para la fe católica, generó toda una revolución el miércoles
en la mañana en Tribunales. Tiempo de San Juan cuenta cómo fue el paso a paso
de un hecho muy poco habitual para la Justicia, ya que se recuperaron intactos
todos los elementos sagrados: las eucaristías, el sagrario, el copón y la teca.
Todo comenzó en la medianoche del martes último. El teléfono
celular del abogado Gustavo de la Fuente sonó consistentemente. Un sujeto le
pedía asesoramiento desesperadamente porque los policías habían allanado varios
de sus domicilios.
Inmediatamente el abogado se configuró dos escenarios para
proteger a su cliente: o el secreto de confesión que protege a los creyentes
católicos o el secreto profesional que ampara legalmente a los abogados. Optó
por éste último, el cual le permite al abogado no delatar al autor de un delito
a cambio de colaborar con la Justicia.
Así fue como en el amanecer del miércoles último el abogado
De la Fuente fue en su vehículo al domicilio que le habían dado el ladrón que
el último martes 13 de septiembre había robado la parroquia de María
Auxiliadora del Barrio Parque Rivadavia Norte, en Rivadavia.
Con todos los elementos sagrados en su vehículo, y los
nervios de punta por la carga simbólica de lo que transportaba, el abogado De
la Fuente se dirigió a Tribunales a primera hora de la mañana. El tamaño de la
teca no le permitía guardar todo en una misma bolsa para hacer un solo viaje a
la hora de subir al primer piso de Tribunales, donde está el Primer Juzgado de
Instrucción, el despacho en turno para los delitos producidos en septiembre.
Con la ayuda de un funcionario judicial del Segundo Juzgado
de Instrucción que profesa la fe católica, el abogado De la Fuente cargó los
elementos sagrados desde su auto hasta la Mesa de Entradas del Primer Juzgado
de Instrucción.
Allí se anunció y debió insistir para hacerle saber al
empleado que era un tema muy delicado y urgente.
El juez Benito Ortiz atendió al abogado de inmediato y
grande fue la sorpresa cuando abrió la bolsa de nylon y vio que contenía los
elementos sagrados robados a la parroquia la semana pasada.
El paso siguiente fue formalizar la entrega del abogado De
la Fuente a través de un acta en el que se dejó constancia que el profesional
hacía uso del secreto profesional.
Inmediatamente, el juez Ortiz se comunicó con el Arzobispado
para informarle la recuperación de los elementos sagrados.
Como a las hostias consagradas las pueden manipular los
sacerdotes o los ministros de la Iglesia Católica, fue el padre Diego Navarro
quien llegó personalmente al Primer Juzgado de Instrucción. Además, ése
sacerdote tendría autoridad religiosa en el templo en el que se produjo el
robo.
Sin preguntar cómo fue que los elementos sagrados robados
llegaron al juzgado, el padre Navarro tomó todos los elementos y los transportó
de nuevo al templo.
En la misa del jueves 15, monseñor Alfonso Delgado pidió
públicamente en la misa que celebró en la capilla del robo "que Jesús vuelva al
lugar de donde fue sustraído”.
Seis días después, el pedido de la máxima autoridad de la
Iglesia Católica en San Juan se cumplió: el "cuerpo de Cristo” presente en las
hostias consagradas volvieron a su casa.