Una pareja de adolescentes que apareció flotando en un reservorio de agua en 9 de Julio conmocionó a la sociedad sanjuanina el pasado 27 de diciembre.
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SUSCRIBITEUna pareja de adolescentes que apareció flotando en un reservorio de agua en 9 de Julio conmocionó a la sociedad sanjuanina el pasado 27 de diciembre.
La chica tenía 15 y el chico 18 años y ese día vieron el piletón para riego como un lugar para refrescarse sin percatarse de que, por inofensivo que parezca, es imposible salir de él sin ayuda externa.
Por fuera se ven como simples piletas pero no lo son. Se utilizan en las fincas para el riego y para los animales y en la mayoría de los casos están cercados para evitar este tipo de accidentes. Es que no están construidos como una pileta, sus paredes no son de cemento y por lo tanto los bordes del reservorio no son rectos. Se trata de un pozo que el finquero cava en la tierra, al que luego se le coloca un nylon que sirve para contener el agua.
La pareja que murió en 9 de Julio y todos los casos de fallecidos en San Juan por caer o meterse a reservorios, se produjo porque una vez adentro no pudieron salir. Podían llegar a la orilla pero cuando intentaban subir se resbalaban producto de la forma de pendiente que tienen los bordes de los reservorios.
Es necesaria, en estos casos, una persona que se pare afuera del piletón y saque a quien está dentro. La principal hipótesis de la policía es que la pareja de adolescentes se cansó de nadar y no hubo nadie para auxiliarlos.
Similar a este fue el caso del padre e hijo que murieron en el año 2013. Los Zapata habían ido con sus hijos a pasar el día en una finca de Pocito cuando Nicolás de 10 años desapareció.
Fueron los otros niños los que le avisaron al papá del menor que Nicolás había caído al reservorio de agua. En medio de la desesperación el hombre se tiró al reservorio para sacar a su hijo. El nylon y las paredes inclinadas del piletón hicieron que se resbalara en cada intento para salir. Ambos murieron ahogados ante la mirada atónita del resto de sus familiares.
Ese mismo año en Caucete, un nene de 7 años caía a un reservorio de agua para animales en la finca de su abuelo. Al parecer el niño intentó tocar el agua y cayó dentro de la pileta. Cuando lo encontraron ya era demasiado tarde.
El cuarto muerto en reservorios de agua en la provincia fue también en 2015. Se trató de un menor de 2 años que escapó del cuidado de sus padres en una finca de Angaco. Cuando se dieron cuenta comenzaron a buscarlo y lo encontraron flotando en el reservorio de agua. Ya era demasiado tarde.
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