Por Gustavo Martínez
[email protected]
El crimen de Rodríguez fue siempre escalofriante: el 17 de febrero de 2007 intentaron matarlo sin éxito a los tiros en el barrio Bardiani, en Trinidad, donde vivía con Elisa Sirera. Dos meses después, con una custodia policial que se había ido antes de tiempo, lo atacaron de nuevo en las penumbras, con un certero tiro en el pecho efectuado con una pistola 9 milímetros, como la que usan las fuerzas de seguridad. En ambos casos estuvo presente su pequeño hijo, fruto de la relación con Elisa Sirera, con quien Rodríguez se había separado después del primer ataque.
En ese contexto, durante la primera vez que van ante la justicia, Sirera padre y su hija le dicen al juez Adárvez que no tenían la menor idea del motivo del asesinato. Pero a mediados de marzo último, cuando fueron a declarar nuevamente, cambiaron el testimonio.
En el caso de Elisa Sirera, ahora dijo en el Tercer Juzgado de Instrucción que a su ex pareja lo habían “mandado a matar el esposo de la mujer con la que había tenido un romance”. Cuando le repreguntaron cómo es que sabía que era una mujer casada, Elisa Sirera dijo que se pudo haber confundido en su declaración y negó aportar más información.
Por otro lado, el médico Juan Carlos Sirera había dicho en su primera declaración desconocer el motivo del crimen, a pesar de que él lo había asistido en el primer intento de homicidio. Pero ahora, también a mediados de marzo, dijo en el juzgado que “fue por un romance con una mujer”. Pero dijo no tener más información, según precisaron fuentes judiciales.
En el juzgado de Adárvez están molestos por la falta de colaboración de los testimonios claves para el esclarecimiento del caso que, hoy por hoy, no tiene claridad ni siquiera en el motivo. Fuentes del juzgado informaron que no hay ninguna ilegalidad en ese cambio de versión, como para iniciar algún tipo de causa contra los Sirera.
Los Sirera tuvieron que comparecer nuevamente ante la justicia sanjuanina después de la versión que habían dado del riesgo de muerte que corría el hijo de Rodríguez y Elisa Sirera. Esto fue cuando la chica y su hijo se fueron a vivir a las Islas Canarias, en España. Eso llevó a que la Policía Española protegiera al menor por la versión que dio su abuelo –el cardiocirujano-, de que habían mandado a un sicario a matarlo.
La Interpol confirmó esa protección policial que tuvo el menor al juez Adárvez, quien citó nuevamente a los Sirera para que le dieran más información sobre cómo sabían que habían mandado a matar al niño. Y fue allí cuando cambiaron la versión sobre el presunto romance de Rodríguez con una mujer casada.
En un principio, el padre del “Cabezón” Rodríguez, Juan Mariano Rodríguez, había dicho que su hijo le contó –tras el primer ataque- que el motivo había sido el romance con una mujer casada. Pero la mujer en cuestión lo negó y su testimonio ni siquiera llegó a la justicia, ya que se terminó con su versión en la Central de Policía.
Regalo desde España por el Tiempo de San Juan
Una mujer llamada Ruth Martínez, que vive en Barcelona, España, leyó la publicación de Tiempo de San Juan del caso Rodríguez publicada en la edición del 28 de enero último. Se contactó con José Rodríguez, hermano de Alejandro, y le envió la camiseta con el número 8 que el hockista había usado en Barcelona en 1992, cuando se consagró campeón olímpico siendo el capitán. Por simpatía, Rodríguez le regaló a Ruth esa camiseta y ella, una amante del hockey, la conservó en perfecto estado. Ahora la camiseta está en manos de José Rodríguez, quien la enmarcó junto al pedido reclamo de justicia que sostiene la familia.
$100.000 de recompensa
El gobierno de la provincia decidió aceptar el pedido del padre de Alejandro, Juan Mariano Rodríguez, y ofrecer una recompensa de 100.000 pesos a quien ofrezca algún dato que lleve a esclarecer el crimen.
Juan Rodríguez está agradecido de esa decisión en cuya gestión intervinieron el secretario de Seguridad, Miguel González, y el ministro de Gobierno Adrián Cuevas.
En la justicia dicen que este tipo de incentivos pueden ser una herramienta útil para la investigación, pero recordaron que, hasta ahora, en ningún caso que se haya ofrecido recompensa en la provincia se llegó a un esclarecimiento por esa vía.