"Estuve complicado de salud por el coronavirus, pero la fe me sostuvo". Ese textual pertenece a Eduardo Cabello, el líder de la CGT local y también pastor de una iglesia evangelista de Villa Las Rosas, en Rawson. Invitado al programa Paren las Rotativas, conducido por Sebastián Saharrea, el diputado provincial contó detalles de su lucha contra el Covid-19 desde una clínica y cómo su creencia en Dios lo ayudó a sobreponerse de la enfermedad.
"Se ven tantas cosas dentro del ámbito de un hospital. Estuve internado, pero no sólo yo. Este bicho es peligroso y afecta muchas partes del cuerpo. Cuando me internaron había una señora que gritaba, el coronavirus le había afectado el cerebro. Y yo pensaba qué me iba a tocar a mí. Son situaciones complicadas que viví, muy fuertes", comentó Cabello en el ciclo que va todos los martes por la pantalla de Canal 13 San Juan.
El secretario general de la Central General de Trabajo (CGT) estuvo internado varios días en una clínica de calle Mendoza y General Paz. Su cuadro no fue grave, pero explica que en su recuperación fue clave la fe. "Si me pasó fue por algo. Siempre digo que algo hice mal, en algo me equivoqué. Pero no hay que bajar los brazos, hay que seguir orando. Dios todo es poderoso, la fe mueve montañas", expresa.
Además de cumplir funciones en la Cámara de Diputados y UOCRA, Cabello dedica parte de su tiempo a su templo cristiano evangélico "Cita con la vida", una casilla de madera que se transformó en uno de los templos con mejor infraestructura de la provincia. Allí cumple funciones como pastor desde hace 23 años, según reveló, gracias al peronismo.
En una entrevista con Tiempo de San Juan, el sindicalista contó que todo comenzó cuando tenía 25 años. En una charla de líderes que se desarrolló en Costa Salguero, en el año 1987, conoció a un hombre que fue trascendental en su vida. No quiso dar el nombre, pero detalló que escuchó de él palabras de aliento, de honestidad y la frase “Mente sana, espíritu sano” que terminaron provocando un click en su vida.
Desde ese entonces comenzó a asistir a reuniones, realizando estudios teológicos y cursando en una escuela bíblica. Siempre aclaró que no se capacitó para ser pastor sino para vivir mejor su vida espiritual. Su primera charla como “pastor” fue en El Mogote, Chimbas, ante tres personas. Ahí empezó todo.
"La gente en la necesidad busca más a Dios. Cuando uno está mal se acuerda de Dios. La gente necesita compañía. Sobre ahora con el tema de los chicos y la no presencialidad en la escuela. Nosotros en el templo tenemos la hora feliz, la hora kids, donde la gente cuando va a la reunión puede dejar a los chicos en una salita. Es un servicio que le brindamos a la gente", cuenta Cabello.
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