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BNBD, por dentro

La buena onda y el permanente contacto con el público es prioridad en el equipo de 15 profesionales que todas las noches realizan Buenas Noches Buenos Días, el resumen de noticias con más participación popular de la televisión sanjuanina, el cual es repetido a la mañana siguiente de lunes a viernes.

Por Redacción Tiempo de San Juan
Con el cuello de la camisa desprendida y la palma de la mano derecha apoyada en la frente como ayudando a la concentración, Gustavo Toledano lee páginas de internet y le indica a Marito, uno de los dos productores, cuál es El Tema y la Buena Noticia del Día para que busque las imágenes. En la sala de prensa, Laura Laplagne luce espléndida frente a la computadora bajando información de servicio de los pagos de planes sociales y notas curiosas como la combinación numérica que se dio a las 11 horas de este último viernes 11, del mes 11, del año 2011. Gustavo Martínez Quiroga se pasea por los pasillos releyendo el guión y chequeando algunos datos de la mega causa por delitos de lesa humanidad que comenzó el lunes en la provincia. Daniel Pereyra siguió con atención por la decena de televisores que hay en Canal 5 Telesol el penal que erró Sebastián Penco y la posterior derrota de San Martín ante Arsenal. Y Christian Flores entra apurado a maquillaje con dos celulares en la mano, recibiendo información de los últimos hechos policiales del día. Se acerca la medianoche y está por arrancar Buenas Noches Buenos Días (BNBD), el programa de televisión con más participación del público sanjuanino en ese horario, el cual es repetido a la mañana siguiente de lunes a viernes. Tiempo de San Juan te lo muestra desde adentro.

A las diez de la noche los panelistas ya empiezan a llegar al canal. El primero es Pereyra. “Como no tengo internet en mi casa, me vengo para acá”, comenta, con humor. El otro extremo es Flores, el último en llegar: “Siempre espero a que llegue Daniela –Pinardi, su esposa, quien también es periodista del Canal 5- para no dejar a nuestro hijo solo”. De a uno van pasando por las manos de Andrea Julio, la asesora de imagen. “Los chicos de BNBD son mis preferidos. Tengo un rebeldito y cuatro coquetos. Ponélo así, sin nombres, que cada uno saque sus conclusiones”, comenta Andrea, mientras maquilla el rostro de Toledano “para sacarle brillo de la piel y cuidar de que no quede como una mascarita. Con los hombres hay que tener cuidado con eso y con la ropa. La mujer es distinta, tiene que ser todo un complemento”.

Además de conducir BNBD, Toledano es el Gerente de Noticias de Canal 5. Y para arrancar la semana, abre el placar y de entre los sacos, camisas y corbatas saca una de color amarillo. “Ese color es luz”, le dice Andrea, quien controla que los periodistas no repitan vestuario.
Flores se arrima a que lo retoquen en maquillaje y llega con saco y corbata puesta. Pereyra elige una corbata celeste de textura gruesa. Martínez viene listo, de impecable saco negro, corbata celeste brillante, jeans y zapatos. Y Laura Laplagne ya llega al canal con peinado de peluquería y correctamente maquillada para resaltar su amplia sonrisa y los ojos celestes.
“Faltan 5 para el aire”, grita alguien desde la sala de edición, como apurando la ubicación de cada uno en sus lugares. Allí funciona el cerebro de la puesta en escena: trabajan el director de cámaras, el editor, el sonidista y el productor del programa. Todos concentrados frente a grandes consolas y ante una maraña de perillas sobre las que reposa en una estampita una imagen de la Virgen María Auxiliadora.

Los cinco panelistas enfilan de a uno hacia el estudio y toman asiento sobre unos gigantes almohadones cuadrados que tienen en las sillas giratorias. En el estudio hay cuatro monitores: uno debajo de cada una de las tres cámaras fijas y un cuarto en la parte superior de la escenografía. Debajo de uno de ellos, de la cámara que toma a Laura Laplagne, cuelga un papel con el número del celular al que la gente tiene que enviar los mensajes de texto.

El logo de BNBD empieza a girar en los monitores. En voz baja, los panelistas conversan sobre lo que pasó en la primer audiencia del mega juicio por delitos de lesa humanidad. Faltan segundos para salir al aire. La maquilladora revisa uno por uno con un pincel y el polvo compacto. 11 minutos pasaron de la medianoche y el sonidista David Fernández hace sonar fuerte en el piso el tema de Callejeros que identifica el programa y al que ninguno supo identificar por su nombre: “Lo único que sabemos es que dice que decimos estupideces”, comentan cuando se les pregunta si saben el nombre. En eso, Laura Laplagne los arenga: “¡Estamos al aire. Vamos, vamos, arriba!” Y Toledano larga con la apertura.

Este es el tercer ciclo de ese formato cuya creación del formato integral –artística, técnica y periodística- fue realizada en la agencia Soler-Jamed de Daniel Soler. Y la resolución audiovisual de presentación y separadores por WE Studio. La impronta la fueron poniendo conductores como Osvaldo Benmuyal y Toledano. El primer conductor fue Gabriel Colona. Del equipo original, sólo dos de los periodistas estuvieron desde un principio: Flores y Laplagne. Y las últimas incorporaciones fueron Martínez y Pereyra.

Una vez presentados los periodistas, y de agradecer el vino que Martínez le regaló por ser el día del Periodista Deportivo, Toledano empieza a hacer andar el engranaje con el sistema que les viene dando un buen rédito: él les va tirando un título y cada panelista le hace una pequeña presentación del tema. Y esa noche elige a San Martín, que acababa de perder y caer en zona de descenso directo. Daniel Pereyra tomó el guante y desafió a la audiencia con contundencia realizando un pedido públicamente: “Penco no tiene que tirar más penales”, dijo. Y fue suficiente para que empezaran a llover los mensajes vía SMS y la red social Facebook.

Toledano entiende a la perfección el juego y, en forma inmediata y con humor, lee uno de ellos al aire: “Esto es para Pereyra: un televidente dice: <qué opinás vos si nunca pateaste ni una moto>. Parece que la gente no está de acuerdo con usted”, le dice al panelista. Sin embargo, Pereyra mantiene con firmeza su opinión y convirtió así como el tema de la noche el penal que escapó Penco.

Toledano gira su mirada hacia Flores y le da pie para un policial, intercalando así un momento de humor con una noticias más dura: las víctimas fatales en los accidentes de tránsito. Las cifras oficiales a las que accedió este periodista indican que hubo más víctimas mortales este año que el año pasado. Y se crea un momento de tensión en el piso. Pero el programa tiene herramientas para salir de esos lugares: Toledano le pide a Laplagne que de información de servicio mientras él gira hacia atrás y saca de debajo de la mesa de trabajo una bolsa de nylon con papeles y documentación que la gente perdió en la calle y sistemáticamente las lleva a Canal 5 para que lo informen y darle una mano a sus dueños.

Ese es uno de los fuertes vínculos que BNBD tiene con su público. El otro es el constante pivoteo que el conductor hace mezclando las informaciones que van dando los panelistas con los mensajes que la gente les envía a través de Facebook. “¿Llegamos a los 20.000 amigos a fin de año?”, le pregunta Toledano a Martínez públicamente. Actualmente el programa tiene 17.257 amigos en esa red social y se trazaron el objetivo de llegar a los 20.000. Los panelistas tienen fe de alcanzar ese objetivo. Y, a juzgar por la interacción que logran en cada programa, todo indica que lo van a lograr. Toledano suministra un dato que así lo hace pensar: “Recibimos 500 SMS por noche”.

Mucho tiene que ver el buen clima que se vive en el piso y que la gente percibe a través de la tele y los invita a participar. En cada programa se tratan unos 35 temas distintos. Pero a eso se le agregan comentarios personales que los panelistas cruzan mutuamente que terminan teniendo una fuerte participación popular. Con inteligencia, los periodistas convierten todo tipo de situación en un momento de distensión: sin ir más lejos, el único guión que el productor había sacado estaba en manos de Laura Laplagne y, en un momento que Toledano no supo cómo seguir, se dio cuenta que no tenía el guión. Sin dudarlo, comentó al aire que tenía un solo guión en la mesa de trabajo y “mandó al frente” al productor por no haber sacado otros.

Los otros panelistas se prendieron en la broma y, en el corte, todos juntos empezaron a llamar a los gritos a Marito –García-, el productor, quien apareció desde el control sonrojado y con copias del guión en la mano para repartirlas en la mesa.

A esta altura de la noche, cuando ya pasaron 18 minutos de la 1 de la mañana, Toledano abre con energía el último bloque de BNBD. Y, sin embargo, siguen entrando mensajes de texto del público hacia los panelistas, referidos al fútbol o la fiesta en la que lo vieron bailar a Daniel Pereyra. Los panelistas se muestran más relajados y a las 1.28 llega el final en el que todos juntos repiten, levantando los brazos: “Hagamos algo para que San Juan este cada vez más linda”.
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