Se sabe que los controles de alcoholemia siempre da para todo. Por lo general hay muchas historias insólitas que giran en torno a este hecho, como es el caso de una que tuvo lugar en Tucumán. El conductor implementó una receta más que particular para zafar de que la policía le saque el auto porque la pipeta revelara la verdad.
El tucumano fue detenido por las autoridades encargadas del operativo. No tuvo más remedio que soplar la pipeta por más que intentó escapar metiéndose leche en la boca y el resultado dio positivo: tenía 1.97 de alcohol en sangre. Tras verificar el resultado, el inspector le dijo: "te dio 1.97 pibe, bajate, vamos. Andá a ponerte talco en la boca”.
“Está el mito entre los jóvenes que poniéndose leche en polvo el examen de alcoholemia da negativo. Le dio positivo”, informó el subsecretario de Tránsito municipal, Enrique Romero, entre risas a algunos medios locales. Al comprobarse que conducía alcoholizado, las autoridades le secuestraron el auto al conductor de quien aún no trascendió su identidad.