Un hombre se enteró de que sus dos hijos estaban en una comisaría porque los atraparon cuando caminaban armados por el barrio Jorge Newbery, de Mar del Plata. Pero en vez de esperar la resolución de la Justicia, buscó a dos amigos, fueron en moto a la dependencia e intentaron "rescatarlos”, es decir, sacarlos de allí por la fuerza, mientras amenazaban con cuchillos a los efectivos.
Por lo que también fueron aprehendidos y quedaron a disposición de la fiscalía de Flagrancia, quien los investigará en otro expediente por este accionar. Todo comenzó cuando, tras el llamado de varios vecinos al 911, personal policial interceptó en la esquina de Gascón y Brasil a dos jóvenes armados.
En poder de los hermanos, los efectivos secuestraron un pistolón calibre .28 de un caño con un cartucho y un revólver calibre .32 con cinco proyectiles en su interior. Al no estar autorizados para su portación, fueron trasladados a la comisaría ubicada en la avenida Carlos Gardel al 700.
En una situación por fuera de la normalidad y de una lógica escala de valores, el padre de los jóvenes, no bien se enteró de que sus hijos estaban detenidos, junto a otras dos personas se dirigió a la seccional portando cuchillas de tipo filetero para amenazar al personal y exigir la liberación de sus hijos.
En vez de recurrir a un abogado para que se presentase como defensor de sus hijos, el hombre optó por la violencia. Dentro de la comisaría hubo momentos de tensión, pero los efectivos lograron desarmar y reducir a los tres agresores, que tenían la increíble pretensión de pasar por arriba a la Justicia y la policía bajo el uso de la fuerza.
Lejos de lo que buscaba el padre, los dos jóvenes quedaron imputados del delito de portación ilegal de arma de fuego. Y, a su vez, al padre y a los acompañantes se los notificó de la formación de una causa por atentado a la autoridad agravado, y quedaron demorados, pero en otra celda, para evitar más conflictos, Ambas causas quedaron a cargo de la fiscalía de Flagrancia.
Hechos anteriores
En el caso del médico que mató a un ladrón que le quiso robar el auto, su mamá salió a los medios a decir: "Yo soy la madre y lo voy a defender hasta el último día de mi vida. Yo no amenazo, no voy a prenderle fuego la casa a nadie. Yo voy a la Justicia”.
"¿Si tanto sabía de armas, por qué no le pegó un tiro en la pierna y llamó a la policía?”, se preguntó la madre del ladrón, quien, según ella, tenía varias balas en el cuerpo. También, en otro hecho, unos ladrones de banco hicieron un video desde la clandestinidad sosteniendo que ellos eran "delincuentes, pero no violadores, ni cortadedos”.
Como si robar no estuviera mal, de hecho decían que era su "laburo”. Además, amenazaron a un funcionario judicial y a un policía, a quienes acusaron de no cumplir con liberar la zona.
(Fuente: Crónica)