A dos meses de la aparición de esta nueva variante (Ómicron) sigue provocando una crecimiento exponencial de casos en todo el mundo. Esta sepa identificada en Sudáfrica a principio de diciembre , provocó esta última semana 19,8 millones de nuevos infectados a nivel global, un 16% más respecto de los siete días previos. En la Argentina, en tanto, este miércoles se registraron casi 130 mil nuevos positivos y 189 muertes, con una positividad por encima del 73%, bien lejos del 10% recomendado por la OMS. Tras la irrupción de la cepa identificada en Sudáfrica, el nivel de transmisión experimentó un ritmo en alza y las sintomatologías que anticipan un cuadro positivo ahora se concentran en los ojos, según alertó el médico e integrante de la sociedad de oftalmología británica, Nina Aslam.
"El signo que podría ser un síntoma de Ómicron es la conjuntivitis", apuntó el profesional en diálogo con el portal Express.co.uk.
Tras la irrupción de la cepa identificada en Sudáfrica, el nivel de transmisión experimentó un ritmo en alza y las sintomatologías que anticipan un cuadro positivo ahora se concentran en los ojos, según alertó el médico e integrante de la sociedad de oftalmología británica, Nina Aslam.
La manifestación, que se suma a la calvicie nerviosa y a la diarrea, forman parte de las respuestas extraordinarias que se identificaron en distintos grupos de personas afectadas por el Sars-Cov 2 y su cepa mutante.
"También conocida como conjuntivitis, se trata de la inflamación de la conjuntiva, una membrana delgada que recubre el interior de los párpados. Este síntoma no hará que quieras meterte en la cama y, por lo tanto, puede ser difícil identificarlo como un signo de Covid 19, sin embargo se ha vuelto más común entre quienes dan positivo con Ómicron", repasó Aslam.
En otro tramo de la entrevista, el oftalmólogo explicó las causas que derivan en una afección de los ojo tras contraer coronavirus.
"Los receptores celulares por los cuales las variantes de Covid 19 ingresan al cuerpo están presentes en el ojo. Entonces este virus, ahora mutante, penetra en el cuerpo engañando a los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE-2) para que piensen que el virus es la enzima ACE-2", agregó.