Australia, y más precisamente Nueva Gales del Sur, están viviendo una auténtica pesadilla por culpa de una histórica plaga de ratas que está afectando a los campos.
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SUSCRIBITEAustralia, y más precisamente Nueva Gales del Sur, están viviendo una auténtica pesadilla por culpa de una histórica plaga de ratas que está afectando a los campos.
Estos roedores, en una cantidad que provoca pánico y asco, están arrasando los sembrados y contaminando al ganado.
Estos ratones aparecen por doquier: en las alacenas, en los techos y paredes de las casas; también corren por las camas en las que duermen los granjeros, quienes se pasan horas colocando trampas o limpiando los cadáveres de estos animales, según muestran diversos vídeos y fotografías publicados en las redes sociales.
Pero además, estos agricultores y ganaderos del área rural de Nueva Gales del Sur y de la zona meridional del estado aledaño de Queensland, tienen que hacer frente a la contaminación de los alimentos de sus animales y al incremento de las infecciones de leptospirosis, enfermedad infecciosa que se transmite con agua contaminada por la orina de los animales infectados.
Los animales padecen las consecuencias de la invasión de ratas que contamina el agua que beben
”Es una crisis económica y sanitaria. Desde la contaminación de la comida y el agua por los ratones, hasta las enfermedades que propagan, esta plaga está afectando más que los cultivos, sin mencionar el estrés que causa”, dijo esta semana la directora ejecutiva de la Asociación de Mujeres Rurales de la región, Danica Leys.
Una tragedia tras otra
Para combatir la plaga, los granjeros, que aún no se recuperan de la peor sequía, el peor incendio y las peores inundaciones en décadas en el este de Australia, deben invertir casi 13.300 dólares en raticidas para cubrir un área de 1.000 hectáreas antes de comenzar a sembrar.
”En muchas áreas, los granjeros ya están en su tercera o cuarta ronda de veneno y los costos se incrementan sin que se tenga una solución a la vista”, señaló recientemente el presidente del comité de Granos de NSW Farmers, Mattew Madden.
La plaga de roedores, que se da en pleno otoño austral y de la que no se tienen datos sobre los costes para la economía, ya obligó a un 40% de los agricultores de Nueva Gales del Sur a reducir el área de sus cultivos, según una reciente encuesta del sector.
Y es que los ratones pueden causar daños durante todas las fases de crecimiento de los cultivos como son la de los cereales, así como la canola, lentejas y otras legumbres.
También afectan a las reservas de grano y forraje para alimentar al ganado, mientras que la presencia de las heces de los roedores en los productos de consumo humano provocan el rechazo de los compradores.
Fuente: Infobae
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