En las últimas horas se conoció la historia de una mujer afgana que tuvo que vender a su hijo de un año y medio por 30.000 afganis, unos 32 mil pesos, para poder pagar la atención médica destinada a su hija enferma de 13 años. Lailuma, proveniente de Baghlan, vive en un campamento destinado a los desplazados de Kabul. Su marido está desaparecido desde el año pasado.
De acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, alrededor de medio millón de personas se vieron desplazadas de Afganistán, y la cifra aumentaría si los servicios de salud, las escuelas y la economía acaban colapsando bajo el nuevo régimen talibán. “No tenía más remedio que vender a mi hijo. Nadie quiere hacer algo así”, explicó Lailuma.
Otra mujer, Maria, reconoce el caso de Lailuma y avisa de que no será la única mujer obligada a tomar semejante decisión. “Nuestros hijos están enfermos. No podemos dormir por la noche”, lamenta. El Ministerio para los Refugiados creado por los talibán todavía no les ha prestado atención alguna.
(Fuente: Minuto Uno)