El festejo del Día del Padre se convirtió en toda una desagradable experiencia para Curtis Mays en Estados Unidos: fue a comer con sus hijas y le pusieron en su hamburguesa una "salsa" secreta que nunca pidió.
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SUSCRIBITEEl festejo del Día del Padre se convirtió en toda una desagradable experiencia para Curtis Mays en Estados Unidos: fue a comer con sus hijas y le pusieron en su hamburguesa una "salsa" secreta que nunca pidió.
La familia fue atendida por una camarera muy amable, a quien le ordenaron una hamburguesa bien cocida con queso cheddar, cebolla caramelizada y mayonesa en el pan tostado.
A los tres les gustó lo que comieron, sin embargo, al momento de pagar hubo una confusión en su pedido, por lo que le pidió el recibo a la camarera.
La mujer le llevó el ticket. Cuando lo recibió, notó algo que no había pedido en enormes letras rojas: "Por favor, también escúpele".
Luego de descubrir los detalles de su orden, Curtis sintió vomitar, ya se habían comido las hamburguesas.
En respuesta, el gerente del restaurante les dio la comida gratis y despidió a la camarera.
En tanto, les dijo que no se preocupara pues era "muy probable" que el chef no haya escupido en su comida.
(Fuente: Minuto Uno)
EXCLUSIVE: On a scorching hot summer night, what’s better than a cold brew? Pair it with a juicy burger.
— CeFaan Kim (@CeFaanKim) 18 de junio de 2018
Cheddar cheese, well done, toast bread, please spit in it too! Don’t forget the mayo! Wait... spit?! At 11pm we’ll tell you which beer garden and what the manager told us. pic.twitter.com/45FWLNsTvS
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