Nuevas protestas desató la muerte de un hombre afronorteamericano desarmado que ocurrió ayer a manos de un policía de la localidad de El Cajón, en el estado de California, Estados Unidos.
El agente argumentó que la víctima le apuntó con sus dos manos simulando tener una pistola, pero tras lo ocurrido, unas 200 personas se concentraron para protestar contra la violencia policial y el gatillo fácil frente a la comisaria de la localidad, situada a las afueras de San Diego, informó la CNN.
Por su parte, el jefe de la Policía de El Cajón, Jeff Davis, explicó que dos de sus agentes, de los que se desconocen las identidades al igual que la víctima, abordaron al hombre en la tarde del martes en una calle y que éste se negó a obedecer "múltiples órdenes" mientras mantenía sus manos en los bolsillos.
"Sacó un objeto del bolsillo frontal del pantalón, juntó las dos manos y lo extendió hacia los agentes", justificó Davis, que no especificó de qué objeto se trataba, al describir el momento previo a que uno de sus policías mató a tiros al hombre.
Mientras tanto, el otro agente involucrado en el tiroteo le disparó a la víctima con una pistola eléctrica.
Todo comenzó cuando los policías se presentaron en el lugar después de recibir varias llamadas que alertaban sobre la presencia de un hombre con un "comportamiento errático", aclaró el teniente Rob Ransweiler.
La Policía de El Cajón mostró a través de su cuenta de Twitter una fotografía del momento en el que el ciudadano afro apuntó con sus manos a uno de los agentes, una imagen en la que no se distingue el objeto que sostiene.
La imagen fue extraída de un vídeo que las autoridades no quieren difundir, al menos hasta que lo revise un fiscal.
Además, la versión policial chocó con las de los investigadores encargados del caso que no encontraron arma alguna en el lugar del suceso, según consignó el diario Los Angeles Times.
Este caso ocurre apenas una semana después de los fuertes disturbios que se ocurrieron en Charlotte, Carolina del Norte, tras el asesinato de otro afronorteamericano a manos de la Policía y rodeado de un creciente clima de crispación por la violencia policial y racial.
Fuente: Los Andes