La Guardia Costera italiana rescató hoy a cerca de 1.100 personas que viajaban en embarcaciones precarias incapaces de llegar desde Libia hasta las costas del sur de Europa, mientras en Berlín la coalición de gobierno dirigido por Angela Merkel no logró un acuerdo para recibir nuevos demandantes de asilo político.
Los rescates se hicieron en diez operativos, que incluyeron barcos de la Guardia Costera y de la Marina Militar italianas, una unidad británica que opera en el marco de plan de control europeo Eunavfor Med, un buque militar irlandés y barcos de organizaciones no gubernamentales, según informó la agencia de noticias EFE.
Los operativos de hoy se realizaron apenas 24 horas después de que la Marina italiana con ayuda de sus socios europeos rescataran a unos 2.300 refugiados e inmigrantes en esa misma zona.
Desde principios de año pasado cerca de 1,5 millones de personas de África, Medio Oriente y Asia Central se lanzaron a cruzar el Mediterráneo desde las costas de Libia y Turquía, arriesgando sus vidas, para escapar de guerras, conflictos sectarios y religiosos y represión estatal.
Tras una breve período de bienvenida en septiembre pasado, los países europeos comenzaron a cerrar sus fronteras -levantaron muros y reinstalaron los controles limítrofes en muchos casos- para los refugiados e inmigrantes e, inclusive, empezaron a expulsarlos.
Pese al cierre de Europa, los refugiados e inmigrantes continuaron lanzándose al Mediterráneo, en una señal de la desesperación que domina a estas cientos de miles de personas.
La tensión por la continúa llegada de refugiados e inmigrantes y por el naufragio y la muerte de miles de ellos terminó desatando una abierta crisis política dentro de la Unión Europa, marcada por el ascenso de voces de extrema derecha.
Alemania es uno de los epicentros de esta tensión y esta crisis. Los líderes de la coalición de gobierno de conservadores y socialdemócratas se reunieron hoy, tras las vacaciones de verano, para cerrar filas sobre los temas más sensibles del mundo. Lograron acordar una agenda común, excepto en la cuestión migratoria, principalmente en lo referido a los refugiados.
Tras la reunión de dos horas en la sede de la Cancillería en Berlín, el presidente de la Unión Social Cristiana, Horst Seehofer, quien ha dicho varias veces que no comparte la recepción anual de 200.000 refugiados que propone Merkel, confirmó que no se habían puesto de acuerdo y llamó, nuevamente, a dar "una respuesta clara" para limitar la inmigración en el país, según el diario dominical Bild am Sonntag.
Poco antes del encuentro, la líder del partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, advirtió que si la potencia europea no cierra sus fronteras, surgirá una "guerra civil", según el diario dominical Welt am Sonntag.
(Fuente: Los Andes)