A sus 12 años, José Javier solo quería convertirse en un "youtuber" famoso y subir sus vídeos en Internet, pero al tratar de abrir un perfil en Youtube contrató por error un servicio de publicidad de Google, que le reclamó 100.000 euros.
Su sueño de ganar dinero con sus grabaciones se convirtió en una pesadilla: sin ser consciente, lo que estaba haciendo en realidad era contratar publicidad para sus vídeos y contraer así, en apenas dos meses, una gran deuda con el gigante informático.
El caso del niño español tuvo tanta repercusión que Google anunció ayer que la cancelará. "Hemos analizado este caso y no hemos recibido dinero por parte de este usuario. Vamos a proceder a cancelar el saldo pendiente de AdWords", expresó la compañía en un comunicado en el que cita el nombre del servicio publicitario.
La familia del menor no entiende cómo un niño de 12 años, con la ayuda de un amigo de 15, pudo pasar todos los filtros y llegar a contratar un servicio así dando solo un simple nombre y un número de cuenta bancaria.
"Mi hijo no sabía lo que hacía", relató la madre al diario español "El País", al que explicó que, con el dinero, el niño "quería comprar instrumentos" para el grupo en el que toca. "Aunque a su amigo también le dijo que si se hacían ricos, tendría una mansión", añadió.
José Javier solía colgar en Youtube vídeos de las actuaciones de la banda de música con la que toca en Torrevieja, localidad de la provincia de Alicante donde reside junto con sus padres y dos hermanos.
Se trata de una familia humilde: la madre está desempleada y el padre es vendedor ambulante de dulces. "Están muy preocupados; no entienden cómo el niño desde su habitación puede haber generado esta gran deuda", dijo hoy a la emisora Cadena Ser Paco Pacheco, el informático que les advirtió de lo que estaba ocurriendo.
"Eran vídeos que ni siquiera tenían una calidad mínima. Es increíble que a nadie le saltara la alarma", aseguró el experto.
En septiembre llegaron los primeros cargos a la cuenta bancaria, que estaba a nombre del menor y que pronto quedó en números rojos. Las primeras cantidades no llamaron la atención, al ser pequeñas, pero tras un cargo de más de 19.000 euros el banco alertó a los padres, que bloquearon la cuenta y devolvieron los recibos.
En los mensajes que los menores recibían, Google informaba de que se había "aplicado" una determinada cantidad, lo que ellos interpretaban como "un dinero a recibir", según Pacheco.
La familia pidió a la compañía que le perdonaran la deuda y que se tuviera en cuenta que la contratación del servicio fue un error, una travesura de un niño de 12 años que en aquellos días estaba, además, castigado sin usar la computadora.
"Solo quería seguir los pasos de los 'youtubers' famosos a los que admira", aseguró Pacheco.
(Fuente: Los Andes)