Jesús "Chuy" Fajardo Aceves no es el único miembro de su familia que nació con hipertricosis, pero su clan sí es un caso muy particular ya que unas 30 personas del mismo linaje nacieron con la misma condición, que hace que todo su cuerpo esté cubierto de vello grueso como el de un hombre lobo.
Aceves y sus primos, Danny y Gabriel "Larry" Ramos Gómez, viven en el poblado de Loreto, Zacatecas, en México, pero durante muchos años formaron parte de un circo itinerante en el que eran estrellas justamente por el detalle que los convierte en el blanco de las críticas de los vecinos.
"Mi vida en el circo empezó a los 13. El capataz nos dijo que nos quería a los tres y que nos pagaría bien y nos daría una vivienda. Acepté", explicó el hombre. Los tres muchachos se presentaron durante años en el show, pero aunque tenían casa y comida aseguradas había algo que no funcionaba.
"Pasábamos demasiado tiempo encerrados. Nos presentaban como una atracción, así que no podían vernos en la calle. Eso no me gustaba. Estar encerrado", explicó el hombre, aunque uno de sus primos aún trabaja en el circo.
"No me veo haciendo otra cosa", aseguró Larry en el documental de la cineasta mexicana Eva Aridjis sobre el clan que se acaba de estrenar en los Estados Unidos, informó el sitio BBC Mundo. Unas 30 personas en el clan tuvieron o tienen la misma condición.
Aridjis capturó la escenacia de la familia Aceves-Gómez en un documental llamado "Chuy, el hombre lobo", donde también aparecen otros miembros del clan, como Karla, la hija de Jesús, y su sobrino Mario, quienes también tienen hipertricosis.
Pero ser un "hombre lobo" en el siglo XXI no es más simple que cuando eran demonizados por las historias de terror en el siglo XIX. De hecho, las mujeres del clan aseguraron que les cuesta encontrar trabajo por su apariencia hirsuta, explicaron a BBCMundo.
"En el pueblo todos saben de qué familia venimos y nos niegan el trabajo", explicó Jeimy, una sobrina de Chuy, quien se ocupa de afeitarse el rotro todas las mañanas para evitar ser tildada de mujer lobo. Su hija, Maily, también tiene la misma condición.
"A mí me acostumbraron a rasurarme desde chiquita y ya no me veo con pelo. Todo el mundo me conoce así, depilada. Pero a ella no le quiero quitar el vello, que lo haga de mayor si quiere", explicó la mujer.
Fuente: Minuto Uno