Se tiró del monte Pedra Bonita, ubicado a 693 metros de altura, en el Parque Nacional da Tijuca, de Río de Janeiro. Ya lo había hecho otras veces, porque era un aficionado al paracaidismo, el aladeltismo y una vertiente más veloz y peligrosa, el speedfly.
Todo empezó bien. De hecho, sus amigos, que estaban a unos metros de distancia filmándolo, lo aplaudieron cuando salió.
Pero la alegría duró poco. De golpe, sin que nadie pudiera preverlo, el viento le dio vuelta el paracaídas y Tiago Amorim Cobra empezó a caer sin control. Rápidamente, desapareció del lente de la cámara y se estrelló a los pocos metros.
Fuente: Minuto Uno