"Convocamos al Comité de Asesoramiento de la Seguridad del Paciente. Evaluamos la situación con los técnicos que conocen directamente el área de trabajo. Solicitamos un equipo altamente calificado para que nos dé los pormenores y elementos técnicos y científicos sobre el caso", expresó el jefe de la cartera de Salud uruguaya.
Venegas también informó que se encuentra trabajando en conjunto con el Ministerio del Interior y con la Presidencia sobre el tema, y que se ha informado al presidente José Mujica de la "magnitud" del problema.
Por su parte, el vicepresidente uruguayo, el economista Danilo Astori, ratificó su apoyo al ministro Venegas, quien por estas horas es objeto de fuertes críticas de la oposición, que aduce una falta de controles por parte del Ministerio de Salud Pública a los centros médicos.
"Mantenemos nuestro apoyo total al ministro y vamos a estar junto a él y ayudándolo a contribuir en el análisis de este lamentable tema y lamentable proceso" declaró Astori, quien agregó que "por supuesto vamos a estar junto a él en las explicaciones que las autoridades van a ofrecer al respecto a toda la sociedad".
En tanto, la policía uruguaya comenzó a recibir desde que se conociese la noticia numerosas denuncias de fallecimientos sospechosos que podrían estar vinculados con el accionar de los enfermeros.
"Ya están llegando más denuncias, se irán trabajando concretamente de a una", declaró a la agencia AFP el comisario Ángel Rosas, de la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol.
"Esto genera mucha conmoción pública y personas que tuvieron dudas sobre el fallecimiento de alguno de sus familiares en estos centros de salud se inquietan y se acercan a la Policía", agregó.
Los homicidios se registraron en la unidad cardiológica del Hospital Maciel, dependiente del Estado, y en el CTI neuroquirúrgico de la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos, una de las mutualistas más prestigiosas de Uruguay y de capital privado.
Los dos enfermeros admitieron que a muchas personas les habían suministrado "medicación para que fallecieran", declaró el juez Rolando Vomero a la prensa al terminar de tomar declaraciones a los procesados, cuya detención se conoció este mismo fin de semana.
"Por fotografías uno reconoció a cinco y otro a once de las víctimas y las investigaciones continuarán", destacó el magistrado tras una jornada de interrogatorios que se extendió por once horas y en la que fuentes policiales advirtieron que el número de víctimas podría llegar a sesenta.
Uno de los enfermeros "aplicaba morfina" a las víctimas y otro "aire por vía central", lo que "ocasionaba la muerte en pocos minutos", detalló Vomero.
El magistrado dijo asimismo que de las investigaciones "no surge conexión" entre los casos y que fueron "situaciones independientes".
Los hombres -agregó- manifestaron que su acción era "porque no querían ver sufrir a la gente". El caso quedó al descubierto por las sospechas de un funcionario del Hospital Maciel que lo denunció a la Policía.
Las víctimas "tenían problemas graves de salud pero no todos eran pacientes terminales", destacó el magistrado.
En comunicación esta mañana con Radio 10, la hija de una las víctimas aseguró que su madre anciana se encontraba en perfecto estado para volver a su casa cuando los médicos le informaron de su deceso. Fuente: infobae.com