Este lunes los gobiernos de San Juan y Mendoza, las dos principales provincias vitivinícolas argentinas, firmaron el acuerdo de diversificación por el que acuerdan qué porcentaje de la cosecha de uva no se usará para hacer vino. De la vendimia 2020, un 26% no podrá ser utilizado para realizar vinos.
El nuevo acuerdo de difersificación plantea que una reducción de lo que se destina a prorductos no vínicos. Esto plantea una reducción del mínimo, ya que en 2019 obligaron al sector vitivinícola a destinar el 29% de la cosecha a mosto, pasas, jugo de uva concentrado, jugo de uva sulfitado, jugo de uva para consumo en fresco, producción de vinagre, uso como base de otras bebidas, alcohol vínico y vinos de baja graduación, entre otros.
El acuerdo, que antes se conocía como "de mosto" es parte de las medidas que toman las provincias para disminuir la producción y stock de vinos. El objetivo es que las bodegas produzcan menos de este producto, cuyo consumo viene bajando desde hace años, y así el precio suba.
La firma del convenio la dio a conocer en un principio el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, a través de su cuenta de Twitter y luego la confirmaron desde el Gobierno de San Juan. No hubo encuentro entre los mandatarios, como es habitual, sino que se realizó "en la frontera de las dos provincias", según el twit del mendocino, debido a la cuarentena obligatoria.