En su brazo izquierdo reza "Sólo Dios puede juzgarnos”, tatuaje que, según él, va dedicado a quienes lo critican. También tiene otros tres tattoos homenajeando a sus dos hijas y a sus padres, quienes le hacen el aguante desde Santa Fe. Esta es una de las tantas perlitas de Gustavo Villarruel, el verdinegro que marcó el gol del empate ante River en el Monumental
Nació en San Lorenzo, Santa Fe, a 23 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario. Tiene una hermana llamada Brenda y dos papás, Gustavo y Mónica, súper futboleros. En San Juan vive rodeado de mujeres, su esposa Mayra y sus dos nenas son quienes lo esperan después de los entrenamientos. Ellas, como el resto del clan Villarruel, comparten la pasión por la redonda. "Mi familia es seguidora del fútbol, mis viejos son de Boca y otros familiares de Newell´s. La familia de mi señora es de Colón ¡Imaginate lo que son los domingos!”, dice entre risas.
En el fútbol se inició en el Barrio Vila, en una liga de su ciudad, donde arrancó como delantero. A los 17 años de edad dio el gran salto cuando fichó para Colón, donde debutó recién en marzo de 2014. Dice que en el Sabalero el DT que más lo marcó fue Rolando Carlén, hoy ayudante de Antonio Pizzi en la Selección de Chile. "Aprendí mucho con él, como de todos los entrenadores que tuve. Siempre marcaron algo en mí”.
En su infancia simpatizó por Boca, pero expresa que con el tiempo se hizo fana de Colón. Igual, reconoce que el partido y el gol ante River fue especial por su pasado como hincha xeneize. "Uno siempre sueña con un gol así, pero que se te cumpla es algo muy loco. Fue una alegría inmensa”.
Ese tanto cortó la racha de casi 14 meses sin convertir (el último fue en julio de 2014, frente a Lanús). Dice que está feliz y con ganas de que vengan más: "Estoy contento, por el gol y porque nos trajimos un punto valioso de Núñez. ¿A quién le di la camiseta del domingo? Esa quedó en casa (risas)”.
Villarruel, el nuevo "Pollo Vignolo”
Para el programa "Paso a paso” de TYC Sport, el santafecino se animó a relatar el gol que le dio el empate a San Martín. "Eze Montagna (su compinche en el vestuario) me mandó al frente. Siempre jodemos en las prácticas con los relatos de goles. Ojalá siga haciendo más (risas)”, comentó a este medio.