Por la huella casi intransitable que lleva desde Media Agua hasta los puesteros de Lagunas de Guanacache aparece, a mano derecha, una escalera de palos de unos 4 o 5 metros que parece sostenerse sola. Más allá, está el rancho de la familia Díaz.
Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITEPor la huella casi intransitable que lleva desde Media Agua hasta los puesteros de Lagunas de Guanacache aparece, a mano derecha, una escalera de palos de unos 4 o 5 metros que parece sostenerse sola. Más allá, está el rancho de la familia Díaz.
Ahí, en el medio de la nada, la postal surrealista no se entiende. Hasta que los pobladores explican de qué se trata. “Es donde tenemos que subirnos para tener señal en el celular, es nuestra antena ‘conectar igualdad’” dice con cinismo José Díaz, puestero de las Lagunas y cacique de la comunidad huarpe Aguas Verdes. De cerca puede verse que hay un palo que sostiene la escalera, que pasa desapercibido desde lejos. Incluso se aprecia el nido que hicieron las aves en la punta del palo-sostén.
Es que en el llano del desierto la señal es inexistente, pero los pobladores, gente acostumbrada a explotar los escasos recursos del lugar, descubrieron que metros más arriba lograban enganchar la señal.
Otro de los puestos de comunicación está en el techo del corral, claro que ahí, a menos altura, la señal es menos intensa.
Contenido especial