Millones de adultos en todo el mundo enfrentan un problema silencioso: casi la mitad de los mayores de 30 años sufre alguna forma de enfermedad periodontal sin presentar síntomas evidentes. Así lo advierte un informe reciente de la prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos, que subraya la importancia de la alimentación como aliada para mantener dientes fuertes y encías saludables.
Los especialistas remarcan que elegir bien qué comer —y qué evitar— puede marcar la diferencia entre una sonrisa sana y la aparición de caries o inflamaciones en las encías. A continuación, los nueve alimentos más recomendados por los odontólogos de la clínica estadounidense:
1. Queso: fuente de calcio y fósforo, fortalece el esmalte, estimula la producción de saliva y neutraliza los ácidos que dañan los dientes.
2. Verduras de hoja verde: como espinaca y kale, aportan calcio, ácido fólico y vitamina K. Limpian la superficie dental y refuerzan las encías.
3. Zanahorias: su textura ayuda a limpiar los dientes y aumentar la salivación. Además, aportan vitamina A.
4. Manzanas: conocidas como “el cepillo natural”, eliminan bacterias y residuos por su textura fibrosa.
5. Pescado graso: como salmón, sardinas y arenque, rico en omega-3 y vitamina D, favorece la absorción de calcio y cuida las encías.
6. Chicle sin azúcar: el xilitol interrumpe el desarrollo de bacterias, aunque se recomienda consultar a un odontólogo antes de incorporarlo al hábito diario.
7. Frutos secos: especialmente almendras y nueces, aportan minerales y refuerzan el esmalte.
8. Granos integrales: sus vitaminas del complejo B y el magnesio son esenciales para una boca saludable.
9. Frutillas: con alto contenido de vitamina C y antioxidantes, ayudan a reparar el tejido bucal.
Además, el equipo de la Clínica Mayo recuerda que beber agua varias veces al día es una de las prácticas más efectivas: limpia la boca, neutraliza ácidos y previene la proliferación de bacterias.
Lo que conviene evitar
El informe también señala algunos enemigos silenciosos de los dientes. Las bebidas azucaradas y energéticas, por su acidez y alto contenido de azúcar, erosionan el esmalte. El café con azúcar produce un efecto similar. Para minimizar el daño, los expertos recomiendan usar pajita, enjuagarse con agua después de consumirlo y esperar media hora antes del cepillado.
Dulces pegajosos, frutas secas y snacks con almidón -como galletitas o papas fritas- también pueden favorecer la aparición de caries. En esos casos, se sugiere acompañarlos con frutas frescas o vegetales crujientes, y enjuagar la boca o masticar chicle sin azúcar.