San Juan no recuerda crímenes tan salvajes como los que cometió hace más de doce años Eduardo Villavicencio. Violó a dos mujeres y asesinó a sus esposos, mientras estas parejas dormían en su domicilio. Cuando fue atrapado, la policía descubrió que se trataba de un violador serial, ya que se lo investigaba por otros cuatros casos similares antes de que fuera mayor de edad. Lo que aún no se entiende es cómo en 1999 la justicia de Menores lo dejó en libertad.