Como el perilago del embalse de Punta Negra no tiene las condiciones de Ullum para la explotación de playas para el visitante, no se había previsto un embarcadero en el proyecto original. La empresa Panedile comenzó la construcción del camino de perilago sin embarcadero.
Pero el año pasado, a pedido de Edgardo Güerci, hoy titular de la Secretaría del Agua, se sumó la obra del embarcadero con el tiempo justo ya que el agua debía comenzar a subir para llenar el embalse y probar las turbinas de Punta Negra. Esta ampliación de contrato significó $44,8 millones que se sumaron al monto del camino del perilago, unos $694 millones.
El embarcadero es el área que más movimiento concentra hoy en la obra del perilago, aunque falta muy poco para terminarla. La rampa de acceso está lista, tiene unos 550 metros de largo y con los accesos suma 1000 metros. Lo suficientemente larga como para poder llegar al agua con el embalse en su cota mínima.
La empresa trabajó contrarreloj en esta obra, ya que había que terminar la parte más baja antes de que el agua del embalse subiera. El embarcadero arranca en la cota 920 del embalse y actualmente se encuentra en la cota 937, que son metros de altura, esto significa que ya hay 17 metros de agua sobre la rampa.
El embalse de Punta Negra tiene una cota máxima de 950 metros y desde EPSE estimaron que esta temporada podría alcanzarse esa cota. Esto significará un volumen de embalse de 500 hm³.
Al embarcadero se podrá acceder a través de una rotonda, tendrá muy cerca la playa de estacionamiento, y al lado el mirador más grande del camino.
Carlos Riveros, responsable técnico de Panedile, explicó que el embarcadero era necesario, no sólo para actividades recreativas en el agua, sino para tareas de limpieza o cualquier otra que requiera llegar al paredón u otro sitio a través del espejo.