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Un problema repetido

El campo privado que usan como coto de caza de guanacos

Se trata de un sector de la estancia Maradona, en Zonda, donde uno de sus administradores viene denunciando la caza furtiva desde hace más de 10 años. Lejos de mejorar, la situación se complica año a año.

Por Redacción Tiempo de San Juan
Por Viviana Pastor

La estancia Maradona, en Zonda, es un paraíso entre montañas que resguarda toda la flora y la fauna andina de la provincia. Pero en los últimos años, este lugar se ha convertido en un coto de caza de guanacos y su administrador, Juan José Robles, siente que no puede luchar solo en el cuidado del lugar.

La cercanía con la Ciudad, está a unos 60 kilómetros del centro, una huella que lleva directo a la estancia desde la Ruta 12 y la ausencia de tranqueras y puestos de control privados o estatales, facilitan el vandalismo y el acceso de cazadores de un animal que está protegido por ley en San Juan (Ley N° 6.911). Pero además, la zona es una de las preferidas por los enduristas y los amantes de cuatri, que muchas veces por desconocimiento terminan haciendo daño en la flora y alterando el paisaje.

La estancia Maradona tiene 41.117 hectáreas de las cuales Robles administra un 75 %, por mandato ante escribano de su padrino Quico Recabarren, quien era propietario del campo. Con sus recursos, el hombre construyó un refugio y plantó árboles, pero cada fin de semana se encuentra con algún daño nuevo. Ya le rompieron la tranquera tantas veces que decidió dejar abierto. También entraron y saquearon el refugio y no sólo se llevaron herramientas de trabajo sino que hasta le dejaron mensajes mafiosos como "sos boleta”. 

"Siento que se me escapó de las manos. Estoy solo en esto, cuando estaba mi padrino era distinto, había más contención. La mayoría de la gente que va para allá está concientizada pero tienen una versión equivocada, esos no son campos fiscales, son privados, hay carteles en la huella de entrada que lo advierten”, dijo Robles.
Muchas veces los animales son heridos de bala y logran huir, pero terminan muriendo desangrados. Estas matanzas ocurren todas las semanas sobre una población de unos 2.500 guanacos en esa zona. Para Robles, los que cazan los hacen con fines comerciales, para vender la carne de guanaco, han logrado detectar casos de gente que mató y cargó en camionetas hasta 15 guanacos.

La estancia Maradona no es una reserva natural protegida por ley, aunque tiene todas las características para serlo. Sin embargo están todas las puertas abiertas para que, si la Provincia lo decidiera, se pueda poner un puesto de control para terminar con la caza furtiva, tal como ocurrió hace días en la reserva Don Carmelo, que también es privada. Allí la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable colocó la piedra basal para la construcción de un centro operativo en el ingreso a la reserva.

"Se necesita la ayuda del gobierno para mantener esto, alguien en forma permanente que cuide el lugar, que controle que no haya caza furtiva. Mi idea era poner un puestero pero hay que pagarle o darle un emprendimiento sustentable. Podría ser un emprendimiento de cría de llamas para vender su pelo, que es muy demandado y bien pagado, pero yo no puedo afrontar esos costos”, señaló el administrador de la estancia Maradona.

El puesto de Agua Pinto, de esta estancia, está a 9 kilómetros del más cercano que es el puesto Coroba, de la familia Recabarren. También la familia Eskenazi es propietaria de campos lindantes.

"Entiendo que es privado, pero se puede hacer un cuidado compartido porque aunque no está declarado por ley, es una reserva natural extraordinaria, todos los animales autóctonos de San Juan están ahí”, aseguró Robles.

Maradona
Don Manuel Maradona era el dueño de todas esas tierras cuando en marzo de 1831 un grupo armado de cuarenta hombres bajo las órdenes de Nazario Benavidez hicieron base en la estancia, en su regreso a San Juan luego de un enfrentamiento con los caudillos del interior. El terreno es accidentado y abundan los cursos de agua y las vertientes.

Protegidos por ley
La Ley 6.911 de Protección y Desarrollo de la Flora y Fauna Silvestre, en su artículo 42 establece: Prohíbase en el territorio provincial la caza de animales de la fauna silvestre, el hostigamiento, la destrucción de sus hábitats, refugios, nidos, huevos, etc. Así también, la apropiación, tenencia y transporte de los productos derivados de los mismos.

Antecedentes
En 2004, Enrique Eleazar Guzmán murió luego de un accidente en moto en la escarpada huella de la estancia Maradona. Las constantes denuncias ante l Policía por robos, destrucción y matanza de animales, hizo que en el 2010 Gendarmería Nacional destinara un grupo de hombres en la custodia de la flora y fauna del lugar; también Ambiente puso camionetas y recursos humanos. Cuando expiró ese convenio de colaboración, los ataques volvieron e incluso se hicieron más violentos y asiduos.

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