martes 19 de marzo 2024

Alcanzaste el límite de 40 notas leídas

Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.

SUSCRIBITE
Historias

Materia pendiente

María, Sandra y Beatriz son tres mujeres que decidieron recuperar lo que no pudieron hacer de jóvenes: estudiar. Van al CENS 348 Madre Teresa de Calcuta. La historia de volver a vivir. Por Daniela Pinardi- Canal 5 Telesol.

Por Redacción Tiempo de San Juan
"Me han estremecido un montón de mujeres, mujeres de fuego, mujeres de nieve…” Silvio Rodríguez
 
La educación es un derecho consagrado en la Constitución nacional en el artículo 14, y en la LEY N° 26.206. Sin embargo, el goce pleno de este privilegio ha sido el resultado, a lo largo de la historia, de la lucha. Muchas veces a contramano del reconocimiento de una sociedad patriarcal que imponía un "deber ser”  femenino que alejó, en muchos casos, a las mujeres del  preciado bien del conocimiento.

Pese a ello, tres ejemplos de mujeres que no se rindieron. Ellas insistieron , tozudamente, en seguir el camino. Con dificultades, y tropiezos buscaron  un sendero que les permitiera sacar a la luz la inteligencia latente. Y ésta es su historia.

El bullicio del aula, casi no permite escuchar lo que explica la profesora de literatura. Sin embargo, María trata de descifrar la clase sobre la estructura de las oraciones. Con 60 años, comparte el aula con chicos que tienen en promedio 20 y que, como ella, pretenden terminar la secundaria.

Son tres mujeres que después de muchos años decidieron volver a la escuela. La historia de María se repite en Sandra y Beatriz. Ellas no pudieron completar sus estudios porque las costumbres patriarcales , la necesidad de trabajar o la conformación de una familia las obligaron a abandonar. Las une hoy el deseo de superarse, y un lugar, el CENS 348 Madre Teresa de Calcuta.

En María Berroca el patriarcado dejo su huella.  Su padre no le permitió empezar siquiera la escuela secundaria "porque en ese tiempo si estudiabas eras una loca” exclama, a sabiendas de que eso hoy, es algo sorprendente.  Sin embargo, ella debió aprender lo "propio” de las mujeres: corte y confección. Más tarde  su necesidad de formarse la llevo  a estudiar Auxiliar de enfermería y eso le abrió la posibilidad de trabajar en el Hospital Público y así pudo  mantener a sus hijas.

Se quedó sola con las "niñas”, pero "ya están encaminadas… ahora ellas me apoyan a mi”, dice esbozando una sonrisa que trasluce el orgullo que siente por sus hijas, que cursan carreras universitarias. Son precisamente ellas las que la ayudan cuando tiene dificultades en lengua o matemáticas, porque los contenidos hoy, se dan de manera diferente a hace cuarenta años, cuando debió empezar la secundaria.

Sandra Esquivel(47) tampoco pudo concluir sus estudios . Abandonó la primaria y se casó muy joven. La crianza de sus hijos se llevó el cien por ciento de su tiempo y de su esfuerzo. Una vez que  los chicos crecieron, decidió completar su materia pendiente. Primero, concluyó la primaria, y después se animó a la secundaria. "La mirada de los adolescentes fue una gran barrera” explica ante el asentimiento cómplice de Beatriz, compañera desde séptimo y con quien abordo este nuevo desafío.

Beatriz (58) es portera, y no continuó el cursado porque se quedó sin su padre. Muy joven debió salir a trabajar. Luego, la vida le ofreció una segunda oportunidad, y después  de concluir el séptimo, comenzó en el Cens. Debió sobreponerse a las dificultades que se le plantearon en el cursado, porque los conceptos eran distintos. Eso sí, le gusta la especialidad, la enfermería.

Sandra quiere seguir estudiando, su sueño es ser médica. Pero si la carrera no está al alcance del bolsillo, continuará en Enfermería. Lo que anhela es que cuando concluya, no sea demasiado tarde y "haya un lugar para trabajar”... "Pero no pierdo la fe” dice con ojos esperanzados.

Las tres coinciden en algo más, están estudiando por ellas, la vida les marco un camino en el que se debieron a los demás, los hijos, los padres, la familia y son precisamente ellos, los que las apoyan en esta senda. Ahora es su tiempo, el de amasar sus sueños.
 
Textuales
 
Julieta Rodriguez
Dir. Cens 348
"Es gratificante trabajar con adultos. Las mujeres que cursan en la noche tienen toda una familia detrás, y deben organizar la casa y la familia, para venir a la escuela y lo hacen felices, porque valoran esta posibilidad. Lo hacen para cumplir con una meta y salen fortalecidas.”
 
Maria Berrocá
"Mis hijas son profesionales universitarias. Yo no quería que a ellas les pasara lo que me pasó a mí, de no poder estudiar. Un estudio te abre puertas, les he dicho siempre.”
 
Beatriz Lupari
"Estoy muy orgullosa de poder terminar. En primer año me costó mucho y tuve ganas de abandonar, sin embargo salí adelante. Quiero terminar para que mi hija se sienta orgullosa de mi.”
 
Sandra Esquivel
"Ahora mis hijos son grandes y es ahora momento de pensar en mí.  Yo quiero seguir estudiando, si no puedo hacer medicina, me gustaría enfermería en la Nacional. Mi sueño es poder trabajar, tener un lugar y una oportunidad.”

Tiempo de San Juan

Suplementos

Contenido especial

Seguí leyendo

Dejá tu comentario

LO QUE SE LEE AHORA
cuanto pagan de luz los cauceteros, los primeros en sufrir el tarifazo

Las Más Leídas

ANSES volvió a anunciar los requisitos para acceder a las Becas Progresar.
Sebastián Caruso anunció que no seguirá formando parte de Buenos Noches, Buenos Días (BNBD)
En medio de la pandemia, la Municipalidad de Valle Fértil destinó un espacio del cementerio para sepultar a víctimas de la enfermedad. Ahora, según los vecinos, ese lugar está descuidado. Allí hallaron el ritual de la gallina.
Zona donde los asaltantes protagonizaron el brutal robo contra el médico.
Aerolineas Argentina cancela el vuelo entre San Juan y Córdoba desde el 4 de abril. 

Te Puede Interesar