"Soy de Villa Krause pensarán que soy maleante pero tengo fierro, no soy vigilante. Tengo corte chorro y balas para darte, si te cruzo en la calle mirá para adelante”, así comienza la polémica cumbia que salió a la luz la semana pasada y causó un gran revuelo. Para algunos es una apología del delito, para otros es una letra infantil al lado de cualquier rapero de renombre internacional.
Pero ¿quiénes son los dos pibes que se encargaron de hacer viral la cumbia rawsina? ¿Son realmente unos "maleantes” como dice la canción?
Maxi Gramajo tiene 21 años y cuando no está componiendo va a la escuela y se especializa en plomería en la escuela Carlos María Viedma. Lejos de lo que muchos piensan, el compositor de la "cumbia rawsina” trabaja, cuando no está en la escuela. Para hacerse "unos manguitos extras” pasa horas con su suegro haciendo marcos de puertas y ventanas que luego venden. "Nunca estuve preso, ni toqué un arma”, adelanta antes de comenzar la entrevista.
Maxi es muy tímido y le cuesta mucho hablar con confianza pero se preocupa porque dice que la cumbia que creó en el estudio de grabación con su amigo Lucas González los hizo quedar como unos "choros”.
"La hicimos con mi amigo un día jodiendo en el estudio pero yo no canto cumbia, canto rap”, detalla Maxi y agrega entre risas que todo lo hicieron para "joder a un vecino, El Jungla”. De hecho la cumbia que se hizo conocida como rawsina, se llama en realidad cumbia junglera.
"Nos criamos en Villa Krause, de Unión hasta los huesos, y el Jungla que vende vino pa´ juntar un par de pesos”, dice otra de las partes de la canción. Según Maxi los primeros en escucharla fueron justamente sus vecinos que "al principio se enojaron pero después se les pasó y ahora se ríen”, asegura el chico.
"El Jungla es un vecino que vive en la misma cuadra que nosotros, de la calle Sívori, y tiene como 10 hijos, son una familia muy conocida en el barrio”, explica Maxi.
Su amigo, Lucas González, tampoco canta cumbia sino que su música preferida es el reggaeton y según Maxi vienen trabajando juntos desde el 2008 en un improvisado estudio de grabación. "Lo armamos en mi casa, ahí es donde hicimos la cumbia”, asegura el joven que dice que todo comenzó por un error de las computadoras en las que editaban sus canciones.
"La cumbia se ha hecho conocida ahora pero en realidad la compusimos en 2014. Ese día estábamos con Lucas haciendo otras cosas en el estudio y se nos tildó la máquina y se nos borró todo lo que estábamos haciendo”, cuenta. Es así que, para matar el aburrimiento, ambos se pusieron a componer la "cumbia junglera” y lo que comenzó como un juego terminó haciéndose viral.
"Se la pasamos a mi padrino por WhatsApp y él la llevó a Radio del Sur, por eso se empezó a hacer viral” dice Maxi que todavía no puede creer el "despelote que se armó con eso”.
Sin embargo ambos chicos ya habían cantado antes en algunos boliches a los que aprovechan para ir los fines de semana cuando ninguno está trabajando y la cumbia ya suena en algunos de ellos. El resto de sus días los pasan como cualquier pibe de 21 años, entre amigos, trabajando y cuando hay tiempo componiendo. "Ahora hay muchos que dicen que a la cumbia la hicieron ellos, pero es mentira”, dice orgulloso.
Maxi dice que le da un poco de bronca haberse hecho conocidos por la cumbia y no por todo lo que veníamos haciendo. "Me gustaría que nos apoyaran y nos dieran bola con todo lo otro pero, bueno, ahora me río de la cumbia”, señala.
Si bien espera que con la repentina "fama” que tuvo la cumbia rawsina la gente empiece a escuchar sus otras canciones, Maxi no se ilusiona y dice que tiene muy claro que "es muy difícil vivir de esto así que hay que laburar”.