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ANÁLISIS

Chimbas: juegos, trampas y dos armas humeantes

El piquetero Carlos Gomez lanzó el anzuelo del concejal Mañe, el Pepe Camacho hace lo mismo con su hijo Mauricio. En el medio, juegos y coqueteos varios. Y un rol clave: el intendente Mario Tello. Por Sebastián Saharrea.

Por Redacción Tiempo de San Juan

A diferencia de la genial película del británico Guy Ritchie, en la que redondea un retrato impecable de la mafia del juego y los bajofondos londinenses en Juegos, Trampas y dos armas humeantes, esta vez no es ficción: ocurre en Chimbas en formato electoral, con todo el abanico de travesuras que a alguien se le pueden ocurrir.
Las armas humeantes son las de los dos pesos pesados del departamento: el piquetero Carlos Gómez y el ex intendente José Pepe Camacho, ambos cortados por la misma tijera y con un fenomenal despliegue territorial justo en el lugar donde la gente pasa por mayores necesidades. Ya quemaron los primeros cartuchos, señal ineludible de que tienen el arma preparada para el abordaje al poder municipal y el momento es ahora. Con un detalle nada menor: de ninguna manera podrán hacerlo juntos. Será uno u otro, acciones con futuro de cicatrices, y una tercera posibilidad: que no sea para ninguno de los dos. Repasemos.
Carlos Gomez es el líder de la Agrupación Piquetera Virgen de Fátima, grupo nacido al calor de los reclamos frontales de principios de siglo, pero que ya de piquetero le queda sólo el nombre. Es un dirigente respetado no sólo en su departamento sino con una amplia red en toda la provincia y bajada directa desde la Nación por su fuerte vínculo con Alicia Kirchner. Tal vez de allí florezcan los recelos con la administración provincial en general y el ministro Daniel Molina en particular: los camiones con mercadería e insumos le llegan directamente desde Buenos Aires a Chimbas, sin hacer escala a nivel provincial.
Gomez hace un culto de la asistencia a las familias más humildes, organiza movidas gigantes con logísticas propias de los grandes eventos, dispone de un batallón de colaboradores y de a poco ha ido fortaleciendo ese baño de popularidad poniendo un pie en el deporte: su equipo de ciclismo es desde hace unos años uno de los más poderosos en la ruta sanjuanina. Cualquiera que sostenga que eso no es hacer política pecará de ingenuo, el caso es que Gómez nunca se había decidido a pegar el salto electoral. Hasta ahora.
Porque esta vez concretó los viejos amagues de otros turnos, cuando coqueteaba con que sí, y después decidía esperar. Lo novedoso es que plasmó su decisión de salir a jugar en el pantanoso territorio de las urnas con un formato extraño: no mostrándose como primera figura sino poniendo toda su maquinaria a disposición de Carlos Mañé como candidato a intendente para figurar él como postulante a diputado. 
Más bien, tras las bambalinas. Lo que en no pocos mentideros políticos han definido como una especie de caballo de Troya al estilo "Mañé a la intendencia y Gómez al poder”. Ahora bien, si eso fuera así, ¿cuáles serían las razones? A falta de quien lo diga al micrófono, pueden ensayarse un par: mezquinarle a la exposición frontal de una candidatura a intendente si los hilos del poder los tuviera garantizados en el caso de ganar Mañé, o sencillamente entender que de esa manera hay mayores chances de llegar.
Pese a su inexperiencia electoral, Gomez es un viejo zorro de los terrenos políticos que se ha hecho respetar en todos lados donde vaya. El caso más elocuente es su relación con el intendente Mario Tello, con el que siempre mantuvo una relación tirante producto del poder que el piquetero le armó en el barrio y las zonas de influencia. Pero que nunca pasó a mayores. ¿Lo apoyaría Tello? Nada imposible, pero parece tener otras prioridades.
El otro peso pesado es Camacho, dirigente-funcionario de frondosa parábola. Con larguísimo currículum personal y político. Fue intendente de espada en mano, dueño de un carácter impulsivo que a menudo lo llevó a pulsear con los vecinos y los rivales políticos, socio inicial de Roberto Basualdo, hoy aliado a Gioja -con quien recompuso relación después de una enfermedad que lo dejó al borde de la muerte- y propietario de un título cuasi nobiliario que muchos envidiarían: fue el primer referente sanjuanino de un tal Néstor Kirchner.
Quiere volver, pero tampoco a título personal. Postula a su hijo Mauricio –concejal igual que Mañé- para un regreso triunfal y para eso tienta al intendente Tello para que le facilite las cosas. Lo postula como candidato a diputado en una fórmula hipotética Camacho-Tello, pero nuevamente el intendente parece tener otros planes.
Lo primero que busca Tello es llegar a la Paso con un PJ ordenado y encolumnado detrás de uno –como mucho dos- candidatos. Lo de Mañé, con semejante sponsor, parece irreversible, igual que lo de Camacho. Además de ellos, aparece otro candidato que parece caerle bastante mejor a Tello: es otro concejal, Fabián Gramajo, quien justo esta semana acaba de pintar todas las paredes chimberas con su nombre. También se anotó en el mismo clásico Caroprese, un dirigente más intelectual y de menos poder de fuego en la calle. Y hasta el diputado Lara, quien suele pensar en voz alta que puede haber llegado su turno, pero no parece tener demasiado hilo en carretel.
Tiene lógica lo que sostiene Tello. Si llegan muy disgregados, en la Paso deberán competir seguramente con  algún candidato del bloquismo, y luego no tendrán que dormirse porque hay candidatos opositores que vienen en remontada. El Basualdismo seguramente jugará con un abogado de apellido Plaza, mientras que el PRO –que desplegó una campaña interesante en la última Paso- pondría a Raverta.
En el bunker de Tello admiten que no han dejado un sucesor claro a partir de la gestión y justifican el nivel de ansiedad en la línea política local en que habrá "un vacío de poder muy grande” al desalojar del gobierno chimbero a una "gestión exitosa”. Por eso su estrategia será la de dar rienda suelta a las Paso y que cada uno haga su juego, como efectivamente ocurre. Claro, sin ilusionarse con que la postura del intendente saliente será de una neutralidad imposible de suponer. Jugará, está claro, pero siempre cuidando las formas para evitar que alguno de los contendientes pesos pesado se sientan ofendidos y decidan pegar el portazo.
En lo personal su aspiración es la de apuntarle a un período en la Cámara de Diputados, con un condimento especial. Espera poder convencer a Gioja para que lo incluya en la lista de candidatos proporcionales, para liberar de esa manera la plaza de diputado departamental que será prenda de negociaciones cruzadas. Se verá.
Mientras, ganan los caballos desbocados en esta carrera que es de largo aliento. Y que tiene una particularidad como para respetar: Chimbas es el único departamento que en las encuestas de mitad de año marcó como ganador a la opción "ninguno”.

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