La hipótesis de un “lobo solitario” es lo que más está dando vuelta por la cabeza de los investigadores de la Policía de San Juan en estos días. Puertas adentro, el doble homicidio de los abuelos Sillero es una espina clavada: a poco más de un mes del salvaje ataque no hay nada concreto que los lleve a descubrir al o los autores.
En la jerga policial se le llama “lobo solitario” al delincuente que ataca solo. No es común que operen de esa forma, ya que generalmente hay como mínimo uno de guardia cuando entran a robar a una casa, más sabiendo que hay moradores en el interior.
También suelen usar un vehículo para facilitar el transporte de lo robado y la fuga de la escena del crimen.
Pero, al parecer, quienes atacaron a Víctor Sillero (87) y a su esposa Florencia Bustos (86) no reúnen ninguno de esos puntos.
Una testigo habría dicho que vio a un hombre salir del consultorio de Sillero (se ganaba la vida como quiropráctico) esa tarde del 23 de mayo último.
También sigue siendo un misterio el nivel de violencia en el ataque: Sillero estaba muy golpeado y su mujer descansaba en su habitación cuando fue atacada.
De lo que no hay dudas en los investigadores es que el atacante ya debe haber ido con anterioridad a la casa de Sillero. Tal vez haciéndose pasar como cliente. Y eso le había permitido conocer el movimiento.
La golpiza que sufrieron fue tal que no resistieron y terminaron falleciendo tiempo después.
En el Cuarto Juzgado de Instrucción no descartan ninguna hipótesis.
En la investigación trabajan, al menos, tres divisiones policiales: Homicidios, Capital y Brigada Sur.
Cada equipo de investigadores tiene sus propias líneas. Entre ellos se consultan. Y la posibilidad de un ladrón, solitario y sumamente violento, es la que está tomando más fuerza.