La pareja de la docente de 52 años que fue encontrada ahorcada la tarde del domingo en su casa de San Carlos fue imputado y mañana será notificado de la calificación en su contra: homicidio agravado por el vínculo. Se trata de Juan Muñoz (72), un médico legista retirado y ex profesional del Cuerpo Médico Forense del Valle de Uco. Creen que habría utilizado una técnica de hipnosis para que la mujer se quitara la vida, ya que el profesional se había instruido durante años en esa especialidad, informó el diario El Sol.
El juez de Instrucción Oscar Balmes, que encabeza la investigación, tiene previsto recibir a Muñoz para notificarle la acusación y sus abogados defensores estarán presentes.
María del Carmen Solís y Juan Muñoz convivían desde hace muchos años pero nunca se casaron ni tuvieron hijos juntos. Vivían en su hogar de calles Las Heras y Padre Ambrosio Bonfanti del distrito de Eugenio Bustos. Muñoz tenía dos hijos de una pareja anterior.
Siguiendo la declaración del sospechoso al 911, el domingo, pasadas las 12.30, halló a su mujer sin vida en una de las habitaciones de ese domicilio. Contó que regresaba a la propiedad después de realizar algunas tareas y observó que Solís colgaba de una cuerda.
En un principio, todo parecía ser una causa de suicidio. Sin embargo, los familiares de la docente y los investigadores de la causa sospechaban que el galeno retirado podía haber participado directa o indirectamente en la muerte porque –señalaron– existían antecedentes de maltrato que no habían sido denunciados penalmente.
Por eso, momentos después, Balmes dispuso la detención de Muñoz, que quedó arrestado mientras se profundizaba la pesquisa.
Con el correr de las horas se tejió una inesperada hipótesis alrededor del caso. Es que el profesional jubilado tenía un consultorio en su vivienda y realizaba tratamientos de hipnosis. Por eso, la familia de Solís, representada por la letrada Lorena Martín, solicitó que se realice una autopsia psicológica para que se determine si existió instigación al suicidio.
Además, fuentes allegadas a la causa indicaron que Muñoz practicaba esa técnica con su pareja, quien tenía licencia psiquiátrica en dos centros educativos donde daba clases.
En tanto, los magistrados a cargo de la defensa de Muñoz, Lucio Chaves y Gabriel Pons, fueron consultados por El Sol y aseguraron que no se sorprendieron con la decisión que tomó Balmes. Pero creen que el juez fue "por el camino más difícil” de comprobar ya que casi no existen registros de casos de homicidio mediante la hipnosis.
También, los magistrados solicitaron el recupero de libertad o el arresto domiciliario para su cliente, debido a su avanzada edad y por presentar problemas cardíacos severos, tal como publicó este diario. Por otro lado, aseguraron que el acusado se mostró dispuesto para colaborar con la investigación e incluso pidió permiso para asistir al velorio de su pareja, pero le recomendaron no ir para evitar conflictos.
En cuanto a la acusación por parte de la familia de Solís, los letrados confiaron que "comprenden el dolor” pero que están "sobreactuando la situación”.
El antecedente en Estados Unidos: un caso que resulta difícil de comprobar
El homicidio utilizando la hipnosis como "arma letal” puede ser un caso inédito para el país. Tras la acusación contra Muñoz, los especialistas citaron un caso que ocurrió en el 2011 en Estados Unidos, en el estado de Florida.
Tres jóvenes que asistían a la Port North High School murieron en sendos hechos. Dos se suicidaron y uno sufrió un accidente vial.
Los tres tenían algo en común: asistían a sesiones de hipnosis que les practicaba el director del establecimiento.
La Justicia norteamericana no logró comprobar que las muertes estuvieron relacionadas a las sesiones de hipnosis pero las familias apuntaban al director.
Sin embargo, el hombre sólo fue procesado por la práctica ilegal de esa técnica, debió realizar trabajos comunitarios durante un año y se le prohibió practicar la hipnosis.
Fuente El Sol