Era el debut de Boca en la nueva edición de la Copa Libertadores de América. Era el regreso de Carlos Bianchi sentado en el banco de suplentes xeneize nuevamente en el plano internacional. Era el todo por ganar. Así lo vivían los hinchas y también de ese modo lo pensó el director técnico.
Bianchi decidió arriesgar desde el vamos en pos del triunfo ante Toluca. Modificó el esquema a uno que puede parecer más cauteloso, lo cual resulta entendible teniendo en cuenta las últimas actuaciones del bloque defensivo, aunque no con esos nombres. Así como el pasado sábado le ganó a Quilmes 3-2, el entrenador entendió que no se podía. Afuera el enganche con su consiguiente 4-3-1-2, y adentro el 4-4-2. La particularidad es que en lugar de buscar equilibrio y solidez, el Virrey arriesgó ubicando a Lautaro Acosta como encargado de la banda derecha, por delante de Cellay; completando la línea media con Cristian Erbes, Leandro Somoza y Walter Erviti. Toda una apuesta. Verticalidad y frescura en el ataque a cambio de desorden de la mitad hacia atrás.
viernes 29 de marzo 2024